
La automatización y la inteligencia artificial impulsan la formación en habilidades humanas como liderazgo, comunicación y adaptabilidad en entornos corporativos. Las soft skills se transforman en “power skills” y se consolidan como motor del talento empresarial.
Las denominadas soft skills están experimentando una auténtica transformación en el ámbito empresarial. Ahora rebautizadas como power skills, han pasado de considerarse cualidades “blandas” a reconocerse como un motor clave del talento y una ventaja competitiva. El cambio de concepto responde a su creciente impacto en la productividad, la innovación y la capacidad de las organizaciones para atraer, desarrollar y retener a sus empleados.
Auge de la inteligencia artificial y la automatización de las tareas
Están transformando rápidamente los entornos laborales. A medida que la automatización asume cada vez más tareas rutinarias, los profesionales se enfrentan a un nuevo reto: desarrollar aquellas competencias que ninguna máquina puede replicar. Competencias como la creatividad, la adaptabilidad, la comunicación efectiva y la capacidad de resolución de problemas se vuelven imprescindibles para que los profesionales puedan desarrollarse y aportar valor en un entorno automatizado.
Sílvia Balcells, CEO de Synergie España
“La apuesta por capacitar a los equipos en este tipo de habilidades ha incrementado exponencialmente en la última década. Pero es en los últimos meses del año en los que la demanda de formaciones que impulsen las power skills alcanza un punto más alto. En Synergie, experimentamos un aumento de alrededor del 50% en la demanda de formaciones los tres últimos meses del año, cuando muchas compañías aprovechan para agotar su crédito formativo FUNDAE en formaciones que impulsen estas competencias estratégicas”.
Cada vez más organizaciones entienden que formar en power skills no solo impulsa el rendimiento, sino que también refuerza la conexión y el compromiso de las personas con la empresa. Según un informe de LinkedIn, el 88 % de las compañías reconoce las oportunidades de aprendizaje como una herramienta eficaz para fidelizar al talento. Apostar por el desarrollo de habilidades como el liderazgo, la comunicación o la adaptabilidad se ha convertido así en una estrategia clave para fidelizar a los profesionales más valiosos y construir culturas corporativas sostenibles.
Liderazgo, comunicación y gestión del cambio: las claves para afrontar la innovación
Las organizaciones que fomentan estas competencias no solo preparan a sus equipos para colaborar con la tecnología, sino que también fortalecen su capacidad para innovar y liderar en un mundo laboral cada vez más competitivo. En este contexto, según datos del Informe de Habilidades blandas para el éxito empresarial de Deloitte, dos de cada tres puestos de trabajo en 2030 dependerán en gran medida de estas habilidades, y el 90 % de los ejecutivos ya está implementando prácticas basadas en ellas para redefinir sus estrategias de contratación, formación y desarrollo profesional.
Las cinco habilidades más demandadas actualmente por los empleadores
En esa misma línea, un estudio de Pearson revela que las cinco habilidades más demandadas actualmente por los empleadores son todas habilidades humanas, situándose por encima de las capacidades técnicas.
Entre estas power skills, las más valoradas por los empleadores para hacer frente a los retos de los próximos 3-5 años son:
- Liderazgo (35 %).
- Comunicación (33 %).
- Gestión del cambio (32 %).
- Colaboración y trabajo en equipo (32 %).
- Uso de nuevas tecnologías (30 %).
Estas habilidades reflejan la necesidad de impulsar equipos capaces de liderar, adaptarse y comunicarse eficazmente en entornos de cambio acelerado.
“Estamos ante un cambio de paradigma: las power skills ya no son un complemento, sino el eje de la cultura corporativa. Invertir en ellas significa invertir en el futuro de las organizaciones”, añade Sílvia Balcells.
Formación estratégica y metodologías innovadoras
Según datos de Research and Markets, el mercado global de formación corporativa alcanzará los 417,53 mil millones de dólares en 2025, con un crecimiento del 4,7 % respecto al año anterior. Cada vez más empresas apuestan por capacitar equipos que sepan liderar, comunicarse y adaptarse, reforzando la fidelización del talento y construyendo culturas corporativas más sólidas y colaborativas.
De acuerdo con Gartner, las organizaciones que logran integrar la cultura en sus procesos cotidianos reportan un 63 % más de compromiso, un 35 % de mejora en el rendimiento y un 25 % más de intención de permanencia entre sus empleados. Este impacto refleja la capacidad de las power skills de trasladar los valores corporativos a comportamientos tangibles dentro de las organizaciones.
“Las empresas buscan equipos que no solo sepan hacer, sino que sepan liderar, comunicar y adaptarse”, añade Balcells. “Las power skills son las competencias que marcan la diferencia entre quienes se limitan a ejecutar y quienes son capaces de inspirar y transformar su entorno”, subraya la CEO de Synergie España.
El auge de las power skills está impulsando nuevas metodologías de aprendizaje corporativo
Incluyen microlearning, aprendizaje adaptativo potenciado por inteligencia artificial, gamificación, simulaciones inmersivas de negocio y programas de coaching y mentoring individualizado. “Gracias a estas tendencias, la formación se vuelve más personalizada, práctica y efectiva, adaptándose al perfil y ritmo de cada empleado y potenciando al máximo su capacidad de contribuir al éxito de la organización”, concluye Balcells.