La muerte de un familiar es uno de los trances más difíciles que debemos afrontar. Además del impacto emocional, las consecuencias económicas pueden ser funestas para el patrimonio familiar. Los gastos del sepelio o el impuesto de sucesiones pueden llegar ser insignificantes comparadas con otros efectos financieros sobre el cónyuge y los hijos: sostenimiento, manutención, estudios. El último año, España batió su propio récord con cerca de 40.000 casos de renuncias a la herencia.
El Colegio de Mediadores de Seguros de Gerona organizó una jornada formativa sobre decesos en la que participaron David Parra y Gabriel Funes, responsable de Formación y director de Negocio, respectivamente, de Santalucía Vida y Pensiones. Durante la misma se mostró, con casos prácticos, cómo gestionar estas situaciones, qué herramientas emplear, cómo calcular los gastos en función de la situación, laboral, financiera, patrimonial, fiscal, social y familiar de los afectados.