El COVID-19 impacta en el negocio y en la rentabilidad del seguro

Inade impacto COVID-19 noticias de seguros

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Inade, Instituto Atlántico del Seguro, en colaboración con Fundación Inade, celebró ayer la cuarta videoconferencia del grupo de trabajo “crisis COVID-19”, formado por distintas sociedades de corredurías de seguros y dos asociaciones de corredurías de seguros. En esta ocasión, se unieron a la reunión José Antonio Sánchez, director general de ICEA y Raúl Casado, Subdirector General de Autorizaciones, Conductas de Mercado y Distribución de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.

El primero en intervenir fue José Antonio Sánchez, asegurando que el impacto de la crisis del COVID-19 dependerá de la duración del confinamiento y del Estado de Alarma. Como él mismo explicó, “la pandemia está provocando una crisis de demanda (los ciudadanos no pueden consumir) y una crisis de oferta (los proveedores no pueden producir), lo que tiene como consecuencia un parón económico”.

El impacto del COVID-19 en el seguro

Centrándose en la industria aseguradora, el director general de ICEA considera que el impacto se notará en dos ámbitos: en el negocio y en la rentabilidad. En el negocio se producirá una ralentización del crecimiento durante el año 2020, que seguramente se compensará durante el 2021. Con respecto a la rentabilidad, el problema será menor, ya que ésta no se verá comprometida

Adolfo Campos, director de Inade y moderador de la reunión, preguntó a José Antonio Sánchez por las consecuencias que esta crisis tendrá para el corredor. En su opinión esta situación servirá para hacer una criba entre el verdadero profesional que “vive de esto” y los mediadores para los que esta actividad es accesoria. Los segundos sí que se verán perjudicados por la crisis, por lo que probablemente se producirá una concentración de la distribución y un aumento de la profesionalización.

Una oportunidad para la mediación

Según Sánchez, esto es una gran oportunidad para la mediación. La principal diferencia entre unas entidades y otras está en la “inteligencia de negocio”, por lo que se produce una brecha entre las que consiguen mayor rentabilidad y las que no. Además, “tenemos una oportunidad histórica de poner en valor lo importante que es tener contratado un producto asegurador para determinadas situaciones de riesgo no esperadas”.

En el caso de los grandes distribuidores, considera que el principal diferenciador estará en el asesoramiento, “se debe pasar de ser meros despachadores de producto a ser verdaderos gestores de relaciones”. Se pondrá de manifiesto lo importante que es tener una cercanía personal y capacidad de asesoramiento al cliente, “la crisis nos dejará una mediación profesionalizada”.

Para finalizar, Adolfo Campos pidió a José Antonio Sánchez una pequeña conclusión sobre cómo cree que se saldrá de esta crisis, a lo que respondió que “al principio la renta disponible de las familias podrá verse un poco perjudicada y habrá un aumento de la presión fiscal. Además, habrá sectores que no se podrán recuperar tan fácilmente. No todo lo no consumido ahora se podrá volver a consumir”. Centrándose en el sector asegurador, recordó que, si el PIB cae, la caída de no vida será un punto más del PIB. Sin embargo, “si el 1 de septiembre estamos todos funcionando, toda esa caída se recuperará en 2021”.

La respuesta “muy positiva” del seguro ante el COVID-19

El segundo invitado de la mañana, Raúl Casado, comenzó su intervención haciendo un pequeño resumen sobre cómo está reaccionando el sector asegurador a la crisis del COVID-19. En su opinión, “la respuesta está siendo muy positiva, transmitiendo tranquilidad y asegurando la continuidad del negocio. En una situación tan dramática el seguro tenía que responder y lo está haciendo óptimamente, demostrando que es un sector solvente y que responde ante las necesidades del mercado”. El subdirector general de Autorizaciones, Conductas de Mercado y Distribución de la DGSFP aseguró que “distribuidores y aseguradoras están trabajando de manera coordinada e intentando trasladar hacia el mercado la mayor normalidad posible”.

Adolfo Campos le preguntó que si, teniendo en cuenta que las entidades aseguradoras están flexibilizando el cobro de los recibos de seguros, no considera oportuno que el Consorcio dicte una norma flexibilizando también el cobro de los recargos, en especial de riegos extraordinarios. Raúl Casado respondió que desde la Administración es un tema que está encima de la mesa y que se está analizando, pero que todavía no se tiene una respuesta definitiva.

Tras esta introducción, el grupo se centró en analizar cuestiones más técnicas como los plazos de trámites administrativos o el estado de la transposición de la nueva normativa de distribución de seguros.

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