El envejecimiento acelerado de las pirámides de población es un gran reto al que nos enfrentamos socialmente en las próximas décadas. Pero también supone una gran oportunidad en términos económicos y sociales. Así lo ha explicado el vicepresidente de Mapfre, Ignacio Baeza, durante la inauguración de la conferencia: “Reimagining Longevity: from risk to opportunity”, organizada por el grupo asegurador y la Asociación de Ginebra.
Jad Ariss, director gerente de The Geneva Association, agregó en la apertura:
“Una vida más larga es un testimonio brillante del éxito de la ciencia y la salud pública. Sin embargo, la longevidad no trata solo de vivir más, sino de prosperar, física, mental y financieramente. Aquí es donde la industria de seguros puede hacer una contribución significativa”.
Expertos en envejecimiento
La conferencia cuenta con la participación de expertos en aspectos relacionados con el envejecimiento, como Julia Randell-Khan, directora del Stanford Centre for Longevity, o David Sinclair, Ceo del International Longevity Centre. Las jornadas serán clausuradas mañana por el director general de Seguros y Pensiones del Gobierno de España, Sergio Álvarez.
El sector asegurador, como experto en gestionar el futuro, está llamado a desarrollar un papel estratégico en este nuevo entorno de longevidad extendida. Tanto administrando los recursos económicos que van a ser cada vez más necesarios para afrontar esa mayor esperanza de vida, como a través de la prestación de servicios relacionados con la protección aseguradora de esas personas que van a querer y poder seguir llevando una vida activa durante muchos más años después de su jubilación.
Perspectivas del envejecimiento de la población en 2050
Como ha explicado Baeza en la inauguración del evento, está previsto que
“En 2050 el número de personas mayores de 65 será más del doble del número de niños por debajo de 12 años, con lo que ello supone para el número de personas en edad de trabajar por cada jubilado, es decir, para los sistemas públicos de pensiones”.
Pero si se gestiona de manera planificada, el aumento de la longevidad también puede ser una poderosa fuente de crecimiento económico. Para ello, debe redefinirse para dar paso a una transformación social y económica poderosa y positiva. Las sociedades y los modelos productivos van a tener que adaptarse a esta revolución plateada.
“La Silver Economy vendrá de la mano de jóvenes de 70, 80 o más años, que quieren y pueden seguir aportando, consumiendo y disfrutando de una vida activa. Y, además, necesitamos que sigan haciéndolo y contribuyendo al crecimiento económico”.
Ayudar a gestionar la longevidad
Con esa visión, ayudar a las sociedades a adaptarse para gestionar en positivo la mayor longevidad, se constituyó el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre, cuyo director, Juan Fernández Palacios, participa también en la conferencia.
En sus dos primeros años de vida, este centro ha desarrollado una intensa actividad de estudio y divulgación de esta revolución para aportar valor a la sociedad y a las instituciones públicas y privadas que tienen que impulsar esta transformación económico y social tan necesaria.
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