El seguro de responsabilidad por emisiones de valores, una protección eficaz frente a las demandas de los inversores



AIG ha explicado en un seminario en línea cómo buscan capital las empresas, los riesgos que corren y cómo pueden mitigarlos a través de los seguros de responsabilidad por emisiones de valores.

“Un seguro de responsabilidad por emisiones de valores es la mejor protección para el patrimonio personal de administradores y directivos ante una posible demanda de los inversores”, explica Alejandro Carrascal, suscriptor senior de Líneas Financieras de AIG, durante el seminario digital Los riesgos de las operaciones de valores y su aseguramiento, celebrado el 31 de mayo.

Carrascal explicó detalladamente el marco en el que se mueven las empresas a la hora de buscar capital, los riesgos que corren con los distintos tipos de mercados en los que operan, las posibles reclamaciones y las coberturas que ofrecen las pólizas de AIG. Ilustró también su exposición con experiencias de siniestros a las que ha tenido que responder la compañía.

“La volatilidad de los mercados financieros y la necesidad de capital propicia que cada día más empresas se decidan a realizar operaciones de valores”, indicó Carrascal. “Consciente de las responsabilidades que para los directivos y otros agentes intervinientes se derivan de los folletos informativos de las citadas operaciones, el mercado del seguro ha creado desde hace años en España pólizas de responsabilidad por emisiones de valores”, añadió. “Cuando una compañía realiza una emisión de valores, la sociedad, el accionista vendedor y las personas físicas que firman el folleto informativo se exponen a investigaciones, reclamaciones e, incluso, a tener que responder personalmente a indemnizaciones frente a terceros por inexactitudes u omisiones en la documentación presentada. Pese a que los trabajos preparatorios son rigurosos y se recibe asesoramiento especializado, nadie está exento de cometer un error”, subrayó, esgrimiendo su larga experiencia trabajando con este producto, que le ha permitido observar cómo la crisis de 2008 favoreció la proliferación de demandas contra administradores y directivos.

El producto de AIG, analizado en profundidad en el seminario, está enfocado tanto a las entidades emisoras como a los accionistas oferentes, administradores, socios o directivos o cualquier empleado codemandado, “incluso, al cónyuge o pareja de hecho y a los herederos, legatarios y/o albaceas”. El objetivo final del mismo es “que el directivo disponga de la mejor protección para no exponer su propio patrimonio ante un juicio perdido”.

Incluye las siguientes coberturas básicas: la responsabilidad de la sociedad emisora y las personas aseguradas, los gastos de defensa del accionista oferente, la responsabilidad derivada de las manifestaciones e informaciones proporcionadas en presentaciones a inversores o road shows, el reembolso al emisor por los importes legalmente indemnizados a la persona asegurada.

Además, permite extensiones como: constitución de fianzas civiles y gastos de constitución de fianzas penales, gastos de restitución de imagen y gastos de emergencia. Y, opcionalmente, es posible contratar una cobertura completa de responsabilidad para el accionista vendedor y una cobertura de reembolso al emisor en relación con indemnizaciones debidas al suscriptor en dicho supuesto si el emisor resulta insolvente.

Los perfiles de los clientes que hacen uso de estas pólizas suelen ser, según Alejandro Carrascal, compañías que emiten valores negociables y otras que salen a bolsa en el mercado continuo de valores o en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB). AIG ofrece la posibilidad de estudiar soluciones aseguradoras específicas para empresas que salen a cotizar en mercados extranjeros. “Nuestra experiencia en el aseguramiento de esta clase de responsabilidades nos permite ofrecer a nuestros clientes una protección completa y flexible ante los riesgos derivados de una emisión de valores”, señaló Carrascal.

Resumió como beneficios clave de este producto: adaptado a la normativa de emisiones de valores; la cobertura de gastos de emergencia; la protección a las manifestaciones y declaraciones realizadas en presentaciones a inversores; la inclusión del accionista oferente; la posibilidad de dar cobertura al suscriptor; la protección a la reputación del asegurado poniendo a su disposición a expertos en comunicación; un condicionado claro, conciso y adaptado al riesgo objeto de la cobertura; un equipo de expertos que ofrecen un servicio profesional y atención personalizada, además de “nuestra gran experiencia en el sector y nuestra vocación de servicio en la búsqueda de soluciones a medida para el cliente”.

Antes de poner fin a su intervención digital, Alejandro Carrascal informó sobre la posibilidad de complementar estas pólizas con las que la compañía aseguradora ofrece específicamente para consejeros y directivos (D&O) o para operaciones de fusiones y adquisiciones (M&A).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *