Por Santiago Arechaga, CEO Iberia de Swiss Re
En las últimas semanas, España ha sufrido una serie de tormentas extremas y lluvias torrenciales prolongadas que han provocado inundaciones de gran magnitud y consecuentes daños infraestructurales y económicos.
La naturaleza persistente de estas tormentas ha puesto de relieve un desafío crítico: diseñar estrategias de resiliencia más sólidas y a largo plazo que resistan fenómenos meteorológicos prolongados que ejercen una constante violencia sobre las infraestructuras, las empresas y los modos de vida. Como reaseguradora líder, Swiss Re se compromete a apoyar a las administraciones públicas en sus esfuerzos por mitigar los crecientes peligros de los fenómenos meteorológicos extremos de larga duración y garantizar la sostenibilidad de sus comunidades y economías.
Las pérdidas mundiales aseguradas por catástrofes naturales han aumentado entre un 5% y un 7% anual, alcanzando los 135.000 millones de dólares sólo el año pasado. El crecimiento económico, la urbanización y la acumulación de activos en zonas de alto riesgo son factores clave que impulsan esta tendencia. Si no se toman medidas decisivas, las tormentas extremas prolongadas que traen consigo lluvias torrenciales persistentes, inundaciones y daños estructurales aumentarán aún más las repercusiones económicas.
Las administraciones públicas deben ir más allá de las medidas reactivas e integrar estrategias de resiliencia a largo plazo en la planificación urbana y el desarrollo de infraestructuras. El primer paso para reducir las pérdidas es minimizar la exposición al riesgo. Esto significa: mejorar las defensas contra inundaciones, reforzar las infraestructuras y mejorar la planificación urbana.
Es fundamental hacer un esfuerzo coordinado. El sector público no puede afrontar este reto en solitario. Swiss Re insta a un esfuerzo concertado y coordinado entre gobiernos, reaseguradoras y la amplia comunidad empresarial para construir infraestructuras más resistentes y mitigar la creciente amenaza de fenómenos meteorológicos extremos de larga duración. Tomando medidas preventivas hoy, podemos proteger vidas y salvaguardar economías expuestas al riesgo de temporales que se pueden intensificar con el tiempo.