La creciente sofisticación del fraude, aprovechando herramientas como la inteligencia artificial (IA), plantea un desafío crucial para las empresas en la prevención de estafas. El phishing, los deepfakes y la clonación de voz se convierten en tácticas peligrosas utilizadas por delincuentes que comprometen la seguridad empresarial.
En un estudio reciente llevado a cabo por FICO España, se revela que un alarmante 76% de los ciudadanos españoles ha sido víctima de algún intento de fraude a través de mensajes, correos electrónicos o llamadas telefónicas. Sorprendentemente, un 8% de los afectados procedió a realizar el pago a pesar de haber recibido alertas de sus bancos, mientras que apenas el 19% informó a su entidad financiera sobre la suplantación.
Evolución de la IA y el fraude a empresas
El abogado y socio de Círculo Legal Madrid, Felipe García, enfatizó cómo la evolución de la inteligencia artificial ha transformado el panorama del fraude. Anteriormente, la detección de correos electrónicos fraudulentos solía ser más evidente debido a errores gramaticales; sin embargo, con la capacidad de generación de texto impecable que poseen herramientas como ChatGPT, la detección se vuelve más compleja, alertó García.
García advierte sobre las implicaciones nefastas de la IA mal utilizada en el ámbito empresarial, subrayando que no solo se trata de estafar bajo la apariencia de instituciones confiables, sino que también conlleva un riesgo significativo para la reputación de las compañías. Recomienda encarecidamente a las empresas revisar el impacto de la IA en sus análisis de riesgos como medida preventiva.
El abogado subraya la necesidad de una regulación estricta en el desarrollo y uso de la inteligencia artificial, especialmente en su vertiente generativa. Destaca que la suplantación de identidad, la creación de deepfakes y la clonación de voz plantean problemas legales graves, donde las víctimas pueden terminar injustamente implicadas en delitos de estafa. Es urgente que la Unión Europea y los Estados Miembros actúen rápidamente ante esta realidad, anticipándose a la regulación para combatir el incremento exponencial del fraude.
Soluciones contra el fraude
En cuanto a las soluciones, García resalta la importancia del compliance y la inversión en la prevención del fraude. Afirma que las empresas deben reforzar sus políticas de riesgo, implementando inversiones para prevenir estos comportamientos irregulares. En este sentido, destaca que el factor humano es clave, enfatizando la necesidad de planes de formación específicos para evitar fraudes en todas sus modalidades.
Se espera que para finales del presente año, el Consejo Europeo alcance un acuerdo sobre la Ley de Inteligencia Artificial de la UE, la cual impondrá obligaciones a proveedores y usuarios según el nivel de riesgo. Este reglamento se presenta como una medida crucial para regular el desarrollo y uso de la IA en la región.
Agencia Estatal para la Supervisión de la Inteligencia Artificial
Además, García destaca la creación de la Agencia Estatal para la Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia) en España, que se espera esté operativa antes de que concluya el año. Esta entidad jugará un papel fundamental en la regulación y supervisión de la IA, trabajando en coordinación con la Agencia Española de Protección de Datos para salvaguardar los derechos fundamentales en el uso de esta tecnología.
El aumento de las amenazas digitales exige una acción inmediata por parte de las empresas y los gobiernos para implementar regulaciones efectivas y fortalecer las medidas de prevención. La regulación en torno al uso de la IA y la formación especializada se perfilan como herramientas clave para combatir el fraude en constante evolución y proteger los intereses empresariales y ciudadanos.
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