La construcción en España afronta una situación compleja por la crisis energética, la interrupción de la cadena de suministro y la falta de accesibilidad a la vivienda.
Así lo señala el último informe de QBE, que analiza los desafíos y las oportunidades del sector.
La construcción no residencial lidera el crecimiento del sector
Según el informe, la economía española se contrajo en el primer trimestre del año, pero se prevé un crecimiento gradual de la construcción, impulsado por el segmento no residencial. España se sitúa en una posición relativamente favorable frente a otros países europeos en cuanto a los retos geopolíticos, pero sufre el impacto del aumento estructural de los precios de la energía.
El sector residencial sigue siendo el más afectado por la coyuntura económica y social. La disminución de los salarios reales, el alto coste de los préstamos hipotecarios y el aumento del desempleo dificultan el acceso a la vivienda. El informe advierte que el gobierno tendrá problemas para mejorar la asequibilidad de la vivienda, independientemente del resultado de las próximas elecciones.
Escasez de materiales
Otro problema grave que enfrenta la industria es la escasez o retraso de los materiales de construcción, que ha obligado a muchas empresas a paralizar o cancelar sus proyectos. Una encuesta realizada por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) revela que el 76 % de las empresas constructoras españolas ha sufrido este problema en los últimos tres meses, afectando a materiales esenciales como madera, acero y aluminio. Esto también ha provocado un incremento significativo en los precios de estos materiales.
Problemas en la cadena de suministro
El informe destaca la necesidad de resolver los problemas en la cadena de suministro y mejorar la accesibilidad a la vivienda para favorecer la recuperación y el crecimiento sostenible del sector. Asimismo, alerta sobre la vulnerabilidad de depender de insumos importados y concentrados en pocos países. Por ejemplo, España depende mucho de Italia para las piezas de calderas y de China para las lámparas y otros accesorios.
La compañía también señala el riesgo de huelgas de transportistas, que podrían paralizar los proyectos de construcción, ya que el 55 % de los insumos importados llegan por carretera.
Para el futuro, QBE estima que la producción de la construcción en España se mantendrá un 5 % por debajo de los niveles previos a la pandemia en 2025. Se espera un mayor dinamismo en la construcción no residencial y en la ingeniería civil.
QBE reafirma su compromiso con la industria de la construcción en España y ofrece soluciones de seguros y asesoramiento especializado para ayudar a las empresas del sector a proteger sus operaciones y mitigar los riesgos.
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