Allianz tiene las claves para prevenir los incendios en los buques, el mayor riesgo de seguridad marítima.
Los incendios en los buques son uno de los mayores problemas de seguridad del sector marítimo. Así lo demuestra el aumento significativo de los incidentes recientes. Un ejemplo es el del Fremantle Highway, un buque de transporte de automóviles que ardió frente a la costa holandesa con miles de vehículos a bordo. El buque iba de Alemania a Egipto.
La evolución de los siniestros marítimos
Los siniestros marítimos han disminuido un 65% en la última década. Se perdieron 38 buques en 2022, frente a más de 100 en 2013. Sin embargo, los incidentes de incendios no han seguido la misma tendencia. Se siguen produciendo siniestros que afectan a grandes portacontenedores, porta vehículos y buques de transbordo rodado. Solo en 2022 se registraron más de 200 incendios, la cifra más alta de la última década. El fuego es también la causa más costosa de pérdida. Representa el 18% del valor de 250.000 reclamaciones analizadas en el informe Safety and Shipping Review 2023 de Allianz.
El motivo de incendio
Los incendios en grandes buques suelen comenzar con una carga combustible, que se propaga rápidamente. Además, el tamaño y el diseño de los grandes buques dificultan la detección y la lucha contra el fuego. Cuando la tripulación abandona el barco, la respuesta de emergencia y las operaciones de salvamento se complican y encarecen. También aumenta el riesgo de un siniestro mayor o total. Los incendios deben contenerse rápidamente, pero puede llevar varias horas llegar a la base del fuego. La mayoría de los buques carecen de la protección y capacidad de lucha contra incendios adecuadas. Tampoco tienen sistemas de detección apropiados para hacer frente a estos incendios en el mar. Esto se ha visto dificultado por el espectacular aumento del tamaño de los buques. Su capacidad de transporte de contenedores se ha duplicado en los últimos 20 años.
La declaración incorrecta de la carga
Los sistemas de notificación del sector atribuyen alrededor del 25% de todos los incidentes graves a bordo de portacontenedores a la declaración incorrecta de mercancías peligrosas. Estas mercancías pueden ser productos químicos, baterías o carbón vegetal. Muchos creen que esta cifra es mayor. No declarar, documentar y embalar correctamente la carga peligrosa puede contribuir a los incendios o dificultar las labores de extinción.
El etiquetado de la carga
Etiquetar una carga como peligrosa es más caro. Por ello, algunas empresas intentan eludir este trámite etiquetando los fuegos artificiales como juguetes o las baterías de iones de litio como piezas de ordenador. Estas baterías pueden transportarse a bordo de los buques como carga o como parte del equipamiento de los vehículos eléctricos a los que suministran energía. La mayoría se transportan de forma segura, pero en ambos casos existe riesgo de incendio. Las principales causas son una fabricación deficiente o dispositivos dañados, sobrecargas y cortocircuitos. Estas baterías son una importante fuente de energía y no arden necesariamente con más frecuencia que otros productos. Solo que cuando se inflaman son más difíciles de extinguir. Pueden arder más ferozmente y volver a encenderse espontáneamente horas o incluso días después de haber sido apagadas.
El estado de la carga
En el caso de las baterías de iones de litio, su estado es un factor importante para la seguridad y debe situarse entre el 30% (cifra ideal) y el 50%. Así lo refleja un informe de Allianz que detalla una serie de recomendaciones para su transporte. Tanto las navieras como los transportistas deben asegurarse de que así sea. Los transportistas también deben solicitar a los fabricantes la certificación adecuada, como el resumen de las pruebas, antes de transportarlas. La fabricación defectuosa es una de las principales causas de incendios en este tipo de baterías. Asimismo, es relevante garantizar que el personal y la tripulación reciban la formación adecuada y tengan acceso a los equipos de extinción de incendios apropiados. También hay que mejorar los sistemas de detección precoz y elaborar planes de control de riesgos y de emergencia.
Es probable que los riesgos de incendio de las baterías de iones de litio disminuyan con el tiempo. Los fabricantes, transportistas y reguladores deben abordar los retos actuales. Mientras tanto, la atención debe centrarse en medidas preventivas que ayuden a mitigar el peligro.
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