Por segundo trimestre consecutivo, la tasa de intentos de fraude en operaciones online contra entidades aseguradoras ha experimentado un importante crecimiento si lo comparamos con el mismo período del año pasado. En esta ocasión, los intentos de fraude han aumentado un 159%, una cifra que se suma al crecimiento del 134% del primer trimestre. A pesar de estas cifras, el informe de fraude de TransUnion correspondiente al segundo trimestre del año muestra un descenso global de los intentos sospechosos de fraude online del 14% frente al mismo período de 2021.
Por el contrario, las cifras en España han empeorado: los intentos de fraude online han crecido un 12% en el segundo trimestre del año. En el lado positivo, las entidades aseguradoras de nuestro país han reducido los intentos sospechosos de fraude en un 9% frente al mismo período del año pasado. Las industrias más afectadas por intentos de fraude online en España son las de las telecomunicaciones (con un alza del 152%), el retail (con un incremento del 42%) y las comunidades online (con un aumento del 11 %).
El fraude global crece en seguros y logística, pero en España aumenta en telecos y retail
De manera global, las industrias que mejoraron su situación durante el segundo trimestre del año fueron las de los juegos online, viajes y retail. En este período, TransUnion solo ha visto un incremento general de los intentos de fraude online en las entidades de seguros y en las empresas de logística. El fraude más habitual en el mundo de los seguros es el cometido en primera persona, es decir, cuando el tomador del seguro defrauda conscientemente para recibir algún tipo de certificado, un precio más bajo en la póliza o para mejorar los términos del contrato.
“Es muy interesante observar cómo han crecido los intentos de fraude online contra entidades de seguros en la primera mitad del año”, alerta Shai Cohen, vicepresidente senior de soluciones de fraude global en TransUnion. “En los últimos años, hemos visto cómo cada trimestre el área principal de trabajo de los delincuentes variaba, pero se ha cambiado el paradigma, tal vez porque algunos clientes están intentando ahorrar en sus pólizas de seguros ante un escenario de alza de precios en todo el mundo”.
Datos y dispositivos móviles ante el fraude
En las transacciones con origen en España, los criminales se han dado cuenta de la importancia de los datos contenidos en los dispositivos móviles y siguen intentando capitalizar sus actividades delictivas centrando los esfuerzos en el fraude contra las telecomunicaciones, así como en retail, en las comunidades online y en las páginas de apuestas.
De forma global, los intentos sospechosos de fraude online crecieron un 12 % en España, aunque hay que destacar un impacto positivo en las industrias del juego (con una reducción del fraude durante este período del 80 %), de la logística (con un descenso del 48 %) y de los viajes (con un 12 % menos). Estas cifras son especialmente interesantes si las comparamos con el informe de TransUnion del primer trimestre del año, ya que tanto la industria de la logística (con un incremento del 12 %) como la de los viajes (con un aumento del 6 %) se vieron especialmente afectadas por las actividades delictivas en ese período.
Fraudes más comunes
Los fraudes más comunes en España durante el segundo trimestre fueron el robo de identidad en el sector telco (es decir, cuando un criminal roba una identidad legítima para cometer un delito y la víctima es una persona real), abuso de promociones en retail (promociones de descuentos por recomendaciones, bonos de depósito o regalos) y la falsedad de representación en las comunidades online (cuando un usuario falsea su información personal o su fotografía).
“Algunas industrias han visto cómo los patrones de fraude que les afectan se han estabilizado, por lo que están centrando sus esfuerzos en la identificación de los clientes legítimos para que su experiencia de usuario se desarrolle sin fricciones”, afirma Lisette González, directora general de TransUnion España. “Una apuesta potente por soluciones de lucha contra el fraude y autenticación reduce los falsos positivos y se centra en una minoría de transacciones que exigen un escrutinio más detallado. Reduciendo las revisiones manuales y las molestas preguntas a los clientes, las empresas pueden eliminar costes superfluos, aumentar ingresos y, sobre todo, mejorar la experiencia global de sus clientes”.
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