Pelayo cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 1,9 millones de euros, casi un 30% menos que un año antes. La mutua que preside José Boada señala que la facturación ha sufrido un descenso del 0,6% frente al mismo periodo de 2013, situándose en 93,6 millones de euros. Esta caída se debe “a la disminución de la prima media en autos, consecuencia de la bajada de tarifas y la contratación de garantías más básicas del seguro.

En este sentido, la prima media de la compañía cerró los tres primeros meses del año en algo más de 351 euros, más de un 9% menos que en el mismo periodo de un año antes. Esto hace que la facturación del ramo de autos caiga un 1,5%. Por su parte, el ramo de Hogar crece un 4,8%, explica Pelayo.

La cartera de pólizas de Autos se ha incrementado un 0,8% y la de Hogar un 10,5%. El número de clientes ha crecido en este primer trimestre en casi 14.000, “consolidando la tendencia iniciada en el último trimestre de 2013”.

La siniestralidad se sitúa en el 67,3%, ligeramente superior a la de misma fecha del pasado año, debido sobre todo a la menor utilización del vehículo en los desplazamientos por carretera y a la selección de riesgos practicada por la entidad.

La solvencia de Pelayo cerró el primer trimestre en 328,7 millones de euros, que supone 4,8 veces el mínimo exigido.

Pelayo explica que su estrategia continuará “adaptándose a las condiciones del mercado y a la situación económica”. Su objetivo es “la fidelización de la cartera de clientes, la correcta selección de riesgos y la gestión con una mayor eficiencia de gastos, que permita obtener un adecuado margen de negocio. Todo ello con la premisa de la calidad de servicio como factor diferenciador·.