El Real Automóvil Club de España (RACE) lamenta el incremento de las cifras de siniestralidad en carretera y reclama “un plan integral de ayudas a la renovación del parque” e “incentivos para la formación en seguridad vial”.
Según los datos de 2017 anunciados por la DGT, el número total de fallecidos por accidente de tráfico en vías interurbanas ascendió a 1.200, 39 más (3,35%) que el total del año pasado (1.161 víctimas mortales). La falta de mantenimiento e inversión en infraestructuras, la antigüedad y falta de revisión de los automóviles, y la necesidad de formación y concienciación a conductores, peatones y ciclistas, son según el RACE, elementos a los que se debe hacer frente para reducir la siniestralidad. Igualmente consideran que los años en los que disminuyeron las cifras de siniestralidad corresponden a aquellos en los que la seguridad vial estaba presente en la agenda política y se adoptaron medidas dirigidas a dicha reducción.
Según el último informe EuroRAP, que estudia los tramos más peligrosos de la Red de Carreteras del Estado (RCE), el número de kilómetros de riesgo elevado aumentaron un 10% respecto al informe anterior. A esto hay que sumar la falta de inversión en carreteras convencionales, donde se ha producido un incremento del 4% de víctimas mortales. En este sentido, el RACE considera imprescindible y urgente destinar parte del presupuesto central y autonómico a la mejora y mantenimiento de las carreteras convencionales, poniendo especial énfasis en el firme y en la señalización vertical, e incentivar el uso de las autopistas y autovías, mucho más seguras.
Por otro lado, señalan que España cuenta con un parque automovilístico de más de 12 años de antigüedad que, sumado en muchos casos a la falta de mantenimiento, se convierte en otra de las causas del incremento de la siniestralidad.
Por ello reclaman un plan integral de ayudas a la renovación del parque, donde las políticas de movilidad no sean municipales, sino basadas un patrón único para incentivar la decisión de compra o proporcionar ayudas a la movilidad para aquellos automovilistas que no tengan suficiente capacidad económica.
Los incentivos fiscales aplicados a los elementos de seguridad pasiva de los vehículos serían un gran acicate para los automovilistas indecisos a renovar su coche. Y, al no tratarse de bienes de lujo, sino de medidas dirigidas a incrementar la seguridad de conductor y acompañantes, el RACE insiste en la aplicación a dichos elementos de un IVA reducido, en lugar del 21% actual.
Finalmente, la falta de formación de los usuarios vulnerables y la de concienciación de los conductores también han jugado un papel importante en el incremento de la siniestralidad en nuestras carreteras durante 2017.
Las distracciones, el uso del móvil durante la conducción, la velocidad inadecuada, el alcohol y las drogas o el incumplimiento de las normas -aumentan los conductores y pasajeros sin cinturón de seguridad, menores sin sistemas de retención y ciclistas sin casco- han influido negativamente durante 2017. Asimismo, las empresas deben asumir su papel, esencial para reducir la siniestralidad.
Según los últimos datos registrados, los accidentes de tráfico durante la jornada laboral se han incrementado un 18%, siendo éstos los que más han crecido en este entorno. Por ello es imprescindible que, desde la Administración, se incentive fiscalmente al tejido empresarial español para formar a los trabajadores en seguridad vial.
El RACE, en su vocación desde hace años de influir en la reducción de la siniestralidad vial con campañas de formación, concienciación e información, lamenta los datos obtenidos y se pone a disposición de las administraciones para colaborar con el cumplimiento de los principios de la Década de la Seguridad Vial de la ONU y el objetivo de reducir a la mitad el número de víctimas en carretera en 2020.