Infidelidad, difamaciones o abuso de los derechos de la propiedad intelectual son algunos de los riesgos a los que se enfrentan las TIC tras un despido.

Los gigantes tecnológicos como Google, Microsoft o Meta han llevado a cabo una oleada de recortes de plantilla sin precedentes. Los despidos han afectado a decenas de miles de empleados.

Las consecuencias de un despido, que en ningún caso es agradable, pueden llegar a adquirir dimensiones importantes tanto para el trabajador como para la empresa.

Hiscox recuerda los riesgos a los que se enfrentan las TIC tras el despido de empleados y ante los que deben estar protegidas.

1. Ex empleados desleales. El descontento tras el despido puede llevar a exempleados a tomar represalias. El hackeo de los teléfonos móviles de alrededor de 900 empleados de un cliente por parte del fundador de Esselar tras abandonar la compañía es un ejemplo de ello.
2. Difamaciones. Las difamaciones en algún medio de difusión pueden afectar directamente a la imagen y a la reputación de la empresa. Repercuten en pérdidas económicas. Es importante que la empresa se proteja ante esta posibilidad.
3. Fugas y robos de dato. Un empleado con acceso a datos o documentos confidenciales podría llevárselos sin permiso y proporcionárselos a la competencia.
4. Vulneración del derecho de propiedad intelectual. Un empleado despedido puede utilizar en su nueva compañía alguna propiedad intelectual de la antigua empresa. En este tipo de casos, se están incumpliendo los derechos de propiedad intelectual.
5. Retrasos en la ejecución de proyectos o cumplimiento de plazos. Si un trabajador deja inacabado su trabajo, puede que no se cumplan los plazos previstos de entrega de cualquier proyecto. Esto causa una pérdida económica al cliente que contrató los servicios.

Es clave que las empresas tecnológicas estén protegidas para garantizar su prosperidad y su supervivencia ante los riesgos a los que pueden enfrentarse tras el despido de empleados.

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