La vuelta a la rutina después de las vacaciones de verano puede ser complicada para las personas mayores ya que suelen tener sus hábitos diarios muy marcados durante el resto del año. Por ello, tras el desajuste de las vacaciones, es preciso ser paciente e ir poco a poco hasta recuperar por completo sus rutinas.
“Para las personas mayores, seguir una serie de costumbres genera beneficios como una mayor confianza en sí mismos, un extra de motivación y cierta autonomía. Sin embargo, esto tiene un efecto positivo siempre y cuando sean ellos los que participen en la configuración de esos hábitos. En caso de que la rutina esté marcada en contra de su voluntad puede provocar desencanto y un descenso de la motivación a la hora de retomarla”, explica David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores.
Los mayores deben disfrutar su tiempo con libertad
En este sentido, es importante tener en cuenta que el tiempo del que disponen las personas mayores es superior al del resto de la población. Por eso, deberían contar con cierta libertad a la hora de elegir las tareas que van a ocupar su tiempo, preferiblemente relacionadas con hacer ejercicio físico e impulsar el desarrollo cognitivo, como leer la prensa o entretenerse con juegos de mesa.
“Al igual que a los niños les supone un reto volver al colegio y a los adultos le cuesta el regreso a la oficina, las personas mayores también encuentran complicaciones a la hora de volver a la rutina tras las vacaciones. Viajar para hacer turismo, pasar más tiempo tanto con sus hijos como con sus nietos, instalarse en un lugar diferente a su hogar o a la residencia en que viven durante el resto del año dificulta que se acostumbren nuevamente a realizar las actividades cotidianas previas al periodo estival”, añade Curto.
Consejos de Sanitas Mayores para la vuelta de las vacaciones
En este contexto, los expertos de Sanitas Mayores han elaborado una serie de recomendaciones para saber cómo deben afrontar las personas mayores la vuelta a la rutina:
Fragmentar las vacaciones
Para evitar problemas como el insomnio, la irritabilidad, la apatía o el síndrome postvacacional, es aconsejable dividir el descanso en diferentes periodos a lo largo del verano. Generalmente, 15 días son suficientes para lograr desconectar.
Recuperar gradualmente los horarios habituales
Durante los últimos días de vacaciones se recomienda introducir, de manera paulatina, algunas de las actividades rutinarias con el objetivo de controlar la emoción que supone la vuelta a la normalidad.
Realizar actividad física
El deporte aporta muchos beneficios a las personas mayores. Por ello, es conveniente no abandonarlo durante el verano, aunque siendo conscientes de que con las altas temperaturas se debe disminuir la carga de trabajo.
Añadir a la rutina de los mayores alguno de los hábitos que se han llevado a cabo durante el periodo estival
Introducir alguna novedad en la rutina tras la vuelta de las vacaciones suele ser positivo porque puede aportar una mayor motivación e intensidad a la persona, provocando así un aumento en su autoestima y estado anímico.
Atención sanitaria continuada
En último lugar, es vital no descuidar la atención al mayor y ser precavidos ante cualquier problema que se pueda presentar. Gracias al servicio BluaU Senior de Sanitas, el mayor cuenta con un asesor de salud personal y seguimiento continuo, con un médico de urgencias online 24 horas y consultas médicas con especialistas a través de videoconsultas, para que la distancia no suponga ningún inconveniente.
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