Un recorrido por la evolución del seguro en cien números

Un recorrido por la evolución del seguro en cien números.

La revista digital ‘elEconomista Seguros’ edita su número cien, casi una década de análisis y acompañamiento del seguro en su evolución para adaptarse a los vaivenes del mercado y a las necesidades cambiantes de los asegurados.

Un texto de Virginia M. Zamarreño

El jueves 14 de febrero de 2013 apareció el primer número de elEconomista Seguros. En estos cien primeros meses de andadura, la revista ha sido testigo de excepción de la evolución del sector asegurador a través de los coletazos de una crisis financiera, la explosión de la digitalización, la irrupción del fenómeno insurtech, una pandemia global y, ahora, una guerra en Europa y la incertidumbre que supone un contexto económico marcado por la inflación. En estos nueve años, el sector asegurador ha tenido una marcada prioridad: poner al cliente en el centro y aprovechar la ventaja competitiva que otorgan las nuevas tecnologías -que cada vez son menos nuevas y más habituales- para ofrecer productos y servicios más competitivos y ajustados al riesgo que quieren cubrir.

Innovación en el seguro

Siempre se ha percibido al sector asegurador como una industria inmovilista, chapada a la antigua y gris. Hay muchos profesionales del sector que en los últimos años se han empeñado en hacer del seguro un lugar atractivo donde desarrollar el talento de los más jóvenes. Desde la revista digital hemos sido testigos del afán de compañías, distribuidores agentes y corredores de seguros, comparadores y demás profesionales del sector por acompañar a la sociedad en su vertiginosa evolución. Prueba de ello son las insurtech y las nuevas soluciones aseguradoras como los ciberseguros o los nuevos seguros de Responsabilidad Civil específicos para influencers que acaba de lanzar al mercado Hiscox. Unos cambios que también ha recogido el seguro de vida, en parte para hacer frente a un escenario de tipos de interés ‘bajo cero’.

“En efecto, el proceso de digitalización, el surgimiento del fenómeno insurtech y, sobre todo, las demandas o necesidades de los clientes, cada vez más exigentes a la hora de exigir resultados inmediatos y satisfactorios, han provocado que el seguro no vida se configure definitivamente como un seguro de servicio, no indemnizatorio, pues es fundamentalmente desde esa vertiente desde la que el cliente valora hoy el servicio que le puede dar el seguro”, señala Raúl Casado, director general de Avanza Previsión.

La importancia de la regulación

Y, para comprender la evolución del sector asegurador a lo largo de estos años hay que hacer mención del prolijo marco regulatorio fijado a lo largo de estos nueve años. Entre las normas más relevantes, Solvencia II. Una norma que endureció los requerimientos de capital con el objetivo de evitar que se repitiera lo vivido con las entidades bancarias en la crisis financiera de 2008.

Otra norma que está condicionando el devenir del sector es la Directiva de Distribución, que regula la forma en la que se comercializan las pólizas y afecta a la información que deben recibir los asegurados, antes de su contratación, y a la gobernanza de productos, entre otros aspectos.

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