Una de cada cuatro mujeres mayores de 65 años viven por debajo del umbral de la pobreza en España



El 24,7% de las mujeres mayores de 65 años tienen unos ingresos por debajo de la tasa de pobreza en España. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Allianz explica, en su estudio «The younger wife’s curse«, que el aumento de la esperanza de vida o cuestiones como la viudedad o el aumento de los divorcios son factores que pueden conducir a la pobreza en la vejez.

«El impacto en las mujeres varía significativamente entre generaciones, y depende en particular de lo que hayan podido ahorrar para la jubilación durante su vida», afirma Cristina del Ama, subdirectora general de Allianz Seguros y responsable del Área de Vida y Salud. «Y aunque, en el pasado, los hombres tenían menos periodos sin trabajo en su vida laboral, en el futuro, la pobreza en la tercera edad dejará de ser un problema que afecte predominantemente a las mujeres».

En 27 de los 30 países de la OCDE, las mujeres mayores tienen significativamente un mayor riesgo (15%) de ser pobres en la vejez que los hombres (11%). La situación varía según el país y también depende de la red de seguridad que proporcionan los diferentes estados del bienestar.

En este sentido, España es uno de los países con más mujeres mayores de 65 años en situación de pobreza. Este 24,7% de ratio de pobreza entre las mujeres españolas en la tercera edad dista del 10,8% de Alemania, el 10,4% de Francia o el 2,4% de Holanda.

Una esperanza de vida cada vez mayor

Según el estudio, el descenso del número de matrimonios, el aumento de los divorcios y una mayor esperanza de vida son los factores que aumentan el riesgo de que las mujeres tengan escasos recursos financieros cuando se jubilan.

En 1970, la tasa de matrimonios en España era de 7 por cada 1.000 habitantes, pero cuarenta años más tarde, este ratio ha caído por debajo de los 4. Sin embargo, esto no implica necesariamente que menos personas compartan su vida, sino que cada vez más personas deciden no casarse. Al mismo tiempo, la tasa de divorcio ha crecido hasta los 2,4 divorcios por cada 1.000 habitantes en 2010. Estadísticamente, las españolas se casan a los 28 años, sus matrimonios duran algo más de 15 años y se divorcian a los 43 años. Estos cambios vitales deben tener en cuenta cómo afrontar el futuro más allá de los 65, ya que las mujeres disfrutan de una esperanza de vida de 85,2 años, según Naciones Unidas.

La pobreza en la vejez dejará de ser un problema sólo de mujeres

En el futuro, la gente tendrá que ahorrar para un periodo de jubilación mucho más largo que el actual. En este sentido, las diferentes generaciones afrontarán de formas muy distintas la vejez.

El estudio explica que las mujeres de las generaciones más mayores son particularmente vulnerables, especialmente, aquellas que quizá nunca han tenido un trabajo retribuido, ni formación superior, y aquellas cuya profesión consiste en cuidar a sus hijos y a sus familiares.

Por contraste, las generaciones más jóvenes viven otra situación, ya que ya han tenido la oportunidad de acceder a una mayor educación de lo que lo hicieron sus madres. Normalmente trabajan y, por tanto, ahorran para su propia jubilación y son titulares de beneficios sociales. El incremento de la independencia económica de las mujeres es particularmente importante para aquellas que no tienen el apoyo financiero de una pareja.

Estas mujeres pueden valerse por sí mismas en el ámbito financiero, ya que trabajan y son pagadas más justamente de lo que lo eran las mujeres en el pasado. Sin embargo, las oportunidades para las más jóvenes son cada vez más limitadas, debido a la crisis financiera.

En el futuro, según el estudio, la pobreza en la tercera edad dejará de ser un problema que afecte fundamentalmente a las mujeres. Los hombres que, por ejemplo, no hayan hecho sus deberes en lo que respecta a complementar su pensión, podrían verse en una situación peor que las mujeres, y lo mismo podría ocurrirles a aquellos hombres que se hayan casado y divorciado varias veces y tengan hijos que mantener.

«Cuidar de tu propia situación financiera te protege contra los imprevistos y hará que en el futuro puedas mantener tu nivel de vida. Es importante estar bien informado, y ahorrar para la jubilación poco a poco y desde una temprana edad. Y ésta es una tarea pendiente tanto para hombres como para mujeres», afirma Cristina del Ama.

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