Aunque la alimentación sigue siendo una prioridad para el 73% de los sénior, otras prácticas han perdido fuerza. La asistencia a revisiones médicas periódicas, el ejercicio físico y la reducción del consumo de alcohol y tabaco han experimentado descensos. No obstante, respetar las horas de sueño y evitar el estrés han ganado relevancia.
El informe también destaca que solo un 35% de los mayores de 55 años presta atención a su salud emocional, a pesar de su importancia en el envejecimiento activo. Sin embargo, ha habido un ligero aumento en la práctica de la reflexión y la meditación.
Además, se observa una tendencia entre los mayores a no informarse ni leer sobre tendencias en salud y bienestar, aunque este porcentaje ha aumentado del año anterior. Por otro lado, el número de visitas frecuentes al médico ha aumentado en un 7%, mostrando la importancia de la atención médica y sanitaria para este grupo de edad.
En resumen, el informe refleja cambios en las prioridades y comportamientos de salud de los mayores de 55 años en España, destacando la necesidad de abordar tanto los aspectos físicos como emocionales del bienestar en el envejecimiento activo.
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