Turismo accesible: un motor para el empleo



turismo accesible

Con el inicio de las vacaciones, un 53,9%de los españoles decide viajar y la mayor parte (90,8%) se decanta por territorio nacional. En otras palabras, 22.427.000 millones de ciudadanos se desplazan para conocer otros lugares del país. Sin embargo, ¿qué sucede con las personas que encuentran más dificultades para trasladarse?

La Fundación Adecco ha realizado una encuesta a 500 personas con movilidad reducida y otras discapacidades. Uno de los resultados más llamativos es que el 56% decide no irse de vacaciones por falta de accesibilidad en alguno de los puntos del ciclo del viaje, dato que indica lejana inclusión de las personas con discapacidad siendo el turismo uno de los pilares básicos para su desarrollo integral.

Turismo accesible: desaprovechada oportunidad de negocio

El turismo se ha convertido en motor indiscutible para la economía española, generando el pasado año, 2,9 millones de empleos directos e indirectos. El mercado potencial del turismo accesible se sitúa en 5.968.261 ciudadanos (personas con discapacidad, de salud, acompañantes), según el informe El mercado potencial del turismo accesible para el sector español de Accesturismo.

Estas son las principales conclusiones:

  • El mercado potencial del turismo accesible se sitúa en 5.968.261 ciudadanos (personas con discapacidad, acompañantes). De ellos, un 56% admite no salir de vacaciones por falta de accesibilidad en alguno de los puntos del ciclo del viaje.
  • Si se adaptaran todos los entornos y servicios de los traslados y destinos podrían recuperarse 3.342.226 turistas con necesidades de accesibilidad, lo que se traduce en una estimación de 90.806 nuevos puestos de trabajo. Si a ellos añadimos una aproximación de 14.000 contratos que se crearían en el ámbito de la Información y Comunicación accesible, el potencial de empleos que podrían generarse ascendería a 104.806.
  • Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “la apuesta por el turismo accesible no sólo es rentable para la economía española, sino que se erige como un derecho fundamental y un vehículo clave para el desarrollo integral de los ciudadanos. La posibilidad de tener un empleo (trabajo) y de realizar turismo (ocio), constituye la dualidad básica de realización personal. En pleno siglo XXI, no podemos privar a nadie de estos elementos, y mucho menos por razón de discapacidad”.

Una sociedad más inclusiva con la discapacidad y los mayores

Las personas con discapacidad y la tercera edad son los principales públicos demandantes de accesibilidad universal y ambos tienden al alza, en una sociedad en máximos históricos de envejecimiento. Hoy registramos un índice de longevidad del 120%, es decir, ya se contabilizan 120 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.

“En un contexto de récord de envejecimiento, la mayor inversión en accesibilidad promovería el turismo senior y éste, a su vez, un descenso en los niveles de estacionalidad (los jubilados viajan fuera de temporada). Esto no sólo supondría unos ingresos extra para el sector, sino que posibilitaría la permanencia de puestos de trabajo, el mantenimiento de las cotizaciones salariales y el ahorro de subsidios de desempleo”, añade Mesonero.

Los 5 retos del turismo accesible

La accesibilidad se ha convertido en un requisito básico para medir la calidad de los servicios turísticos. Sin embargo, siguen existiendo aún grandes retos que nos impiden hablar de un turismo accesible integral. Aquí exponemos algunos de ellos:

Construir una “cadena de accesibilidad” completa.  La accesibilidad debe estar presente en todos los eslabones, pero actualmente existe una gran desconexión entre los mismos, siendo habitual que alguno de ellos presente carencias de accesibilidad. En este sentido, no se puede hablar de una “cadena de accesibilidad” completa ni, por lo tanto, de un turismo accesible de calidad.

Del catálogo a la experiencia integral. El desarrollo del turismo accesible en nuestro país se ha basado, tradicionalmente, en la publicación de guías de viaje que incluyen destinos de viaje y servicios accesibles. Sin embargo, estas publicaciones son meros inventarios de recursos que no contemplan la accesibilidad de forma integral.

Inexactitud criterio de accesibilidad- ausencia distintivo oficial. No existe un distintivo único de turismo accesible en España, con pautas homogéneas en las distintas adaptaciones. Como resultado, la oferta turística accesible no es fiable y la información es inexacta.

Normalización de costes. Habitualmente se sigue planteando la accesibilidad como un elemento excepcional. Se habla de “habitaciones adaptadas”, como si fuera un hito, en lugar de un elemento normalizado. Además, normalmente están ubicadas en hoteles de un poder adquisitivo alto, incrementando el coste que tiene que asumir una persona que quiera acceder a dichas habitaciones.

Accesibilidad desapercibida. En la actualidad, las actuaciones de accesibilidad siguen siendo demasiado evidentes y especiales; sin embargo, la accesibilidad de calidad es la que pasa desapercibida.

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