El comercio mundial se desacelera y ya hay sectores muy afectados



El comercio mundial se desacelera y las consecuencias no son optimistas

El boom industrial más largo de los últimos treinta años en la Eurozona terminó el pasado noviembre. Las consecuencias en el comercio mundial se comenzaron a percibir en el primer trimestre de 2019.

El comercio mundial ha comenzado a desacelerarse (un 2,3% previsto por Coface, tras el 3% en 2018), se espera que el crecimiento del PIB mundial alcance su nivel más bajo desde 2016 (previsión de 2,9%, una caída de 0,3 puntos respecto a 2018). Las empresas han perdido la confianza y están aplazando sus decisiones de inversión. Este año, el número de insolvencias corporativas aumentará en 26 de los 39 países analizados, contra sólo 19 en 2018.

Las empresas europeas son las más debilitadas

Coface anticipa un aumento de las insolvencias del 3% en Europa Occidental y del 4% en Europa Central y Oriental. En Alemania, el deterioro de la confianza de las empresas del sector manufacturero ha sido mucho más marcado que el de sus países vecinos. El alto grado de apertura de la economía alemana y su exposición a los destinos de alto riesgo —Turquía, Reino Unido, China y Estados Unidos— frenan las ventas en un 4%, el nivel más bajo desde enero de 2017.

La industria química se ha visto especialmente afectada

Tras la revisión a la baja de las evaluaciones del sector automotriz en Europa, América del Norte y Latinoamérica, son sus proveedores quienes sufren las consecuencias de la caída de las ventas de automóviles.

La actividad petroquímica es, además, sensible al aumento del precio del petróleo y el etano, los cambios en el marco reglamentario y la evolución de los hábitos de los consumidores. Esta tendencia ha llevado a Coface a revisar a la baja al sector químico como “riesgo medio” en Estados Unidos, Alemania y los Países Bajos y “riesgo alto” en Francia, Reino Unido e Italia.

Las evaluaciones revisadas al alza se concentran en Oriente Medio

El aumento del precio del petróleo y la reorientación de las políticas monetarias de la Reserva Federal Americana contribuyen a una estabilización del riesgo de crédito en Oriente Medio.

El sector textil y de la confección y el de la madera también se benefician del incremento del gasto presupuestario. Esto explica la revisión de sus evaluaciones a “riesgo medio”. En Emiratos Árabes Unidos, tres sectores se unen a la categoría de “riesgo medio”: la industria automotriz, la venta minorista y la industria textil, en línea con el aumento del poder adquisitivo.

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