‘La visión del ser humano’ que el fotógrafo Louis Stettner capturó a lo largo de su carrera se ha revelado en una exposición presentada hoy por la Fundación Mapfre.
A partir del 1 de junio y hasta el 27 de agosto, los visitantes podrán disfrutar de dos exposiciones fotográficas: Louis Stettner e Image Cities de Anastasia Samoylova.
Nacido en Nueva York en 1922 y fallecido en París en 2016, Stettner se formó en la escuela neoyorquina de la Photo League, donde tuvo el privilegio de conocer a Brassaï, quien se convirtió en su mentor. A pesar de su profundo compromiso con la fotografía histórica del siglo pasado, la obra de Stettner no fue reconocida en su momento como merecía, quizás porque no se adscribía a un estilo particular.
Stettner encontró su hogar entre Nueva York y París, sin comprometerse con ninguna de las dos ciudades en detrimento de la otra. Permaneció arraigado en ambos mundos en una época en la que la mayoría de los fotógrafos solo se relacionaban con uno. Por lo tanto, su trabajo incorpora elementos tanto de la estética de la fotografía callejera neoyorquina como del humanismo lírico de la tradición francesa.
La mirada de Stettner
La exposición, comisariada por Sally Martin Katz, cuenta con más de ciento ochenta fotografías que abarcan toda la trayectoria de Stettner. Incluye imágenes inéditas y una selección de su obra en color, que no había sido expuesta previamente.
La experiencia de Stettner como fotógrafo durante la Segunda Guerra Mundial influyó profundamente en su visión de la vida, la cual se encuentra presente en toda su obra: una confianza inquebrantable en el ser humano. Además de sus vivencias, Stettner se vio influenciado por sus lecturas literarias y filosóficas, especialmente las de Platón, Karl Marx y Walt Whitman. A través de la Photo League, tuvo la oportunidad de relacionarse con fotógrafos como Sid Grossman o Weegee, quienes le transmitieron la importancia de la fotografía como instrumento de cambio social. En última instancia, la obra de Stettner nos ofrece una vibrante celebración de la vida y la valentía del ser humano para enfrentar tanto las adversidades como las bondades de la existencia.
Última época creativa
Con esta visión general como hilo conductor, la obra de Stettner abarca una amplia variedad de temas, desde entornos urbanos casi desiertos hasta animadas escenas del metro de Nueva York. También capturó la rutina de los trabajadores y obreros durante sus jornadas laborales y los paisajes montañosos del macizo francés de los Alpilles. A lo largo de su trayectoria, Stettner regresó con frecuencia a muchos de estos temas, especialmente aquellos relacionados con su compromiso social y su preocupación por los menos afortunados.
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