Según el informe publicado por el Instituto de Investigación Capgemini las aseguradoras de vida se enfrentan a una importante salida de activos gestionados
(AUM).
Las Naciones Unidas predicen que el 33% de la población mundial tendrá más de 50 años en 2050. Sin embargo, la mayoría de las personas en esa franja de edad no cuenta con un plan financiero para su envejecimiento.
El Informe Mundial sobre Seguros de Vida 2023
El Informe Mundial sobre Seguros de Vida 2023, de Capgemini revela que las aseguradoras de vida se enfrentan a una importante salida de dinero. El 40% de los activos gestionados por las aseguradoras de vida son propiedad de personas mayores de 65 años. Cuando estas personas mueran, sus beneficiarios recibirán este dinero. En total, se transferirán 7,8 billones de dólares en 2040.
El 60% de las personas de 65 años o más no ha buscado asesoramiento financiero profesional para preparar su jubilación o transferir su patrimonio
Esto se debe, en parte, a desafíos económicos únicos, como la disminución del apoyo gubernamental y el aumento de los costes sanitarios, que agravan la crisis del coste de la vida. Los consumidores se enfrentan a barreras cada vez mayores para adoptar estos productos. Los asegurados mencionan que la complejidad de las ofertas de seguros de vida y la falta de conocimiento (un 39%) son los principales obstáculos. Le sigue la falta de confianza (un 29%).
Samantha Chow, responsable global del sector de seguros de vida de Capgemini, afirma que «el cambio demográfico, junto con la mayor transferencia de patrimonio que se producirá en los próximos años, amenaza al sector de los seguros de vida, que compite por atender las necesidades de una población que envejece. Para ayudar a los asegurados a envejecer bien, las aseguradoras deben encontrar la manera de satisfacer la evolución de las necesidades de los consumidores. Los ecosistemas de colaboración, como la asociación con empresas especializadas en la atención a personas mayores, pueden ayudar a las aseguradoras a organizar servicios de valor añadido y reducir sus carencias en áreas clave. Aquellas que prioricen el compromiso temprano con los clientes y sus beneficiarios generarán confianza y protegerán sus activos».
El mayor reto de las aseguradoras: mantener su relevancia
El mayor reto al que se enfrentan actualmente las aseguradoras de vida es seguir siendo relevantes en medio de la mayor transferencia de riqueza. Para proteger los activos gestionados en riesgo, el informe recomienda dar prioridad a los consumidores de alto poder adquisitivo y a la población con un poder adquisitivo considerable. Este segmento es el que tiene la mayor necesidad de soluciones para envejecer bien. Más del 75% busca productos de vida innovadores. Sin embargo, solo el 27% de las aseguradoras tiene las capacidades avanzadas de desarrollo de productos para poder ofrecerlos.
Más del 44% de los clientes de más de 50 años con alto poder adquisitivo espera que sus aseguradoras les proporcione este tipo de servicios. Los ecosistemas de colaboración serán fundamentales para que las aseguradoras cierren esta brecha ofreciendo una amplia variedad de servicios con valor añadido.
Encontrar una vía para proteger los activos e impulsar el crecimiento
El informe destaca un camino que llevará a las aseguradoras desde el enfoque actual centrado en el producto, a un modelo operativo centrado en el cliente, con soluciones integrales y de mayor valor diseñadas. Esta transición requiere una evolución de la cadena de valor destinada a mejorar el proceso de captación de clientes e impulsar el compromiso de los asegurados y beneficiarios. Posteriormente, los beneficiarios pueden transformarse en nuevos clientes y las reclamaciones en oportunidades de generación de ingresos.
Sólo el 21% de las aseguradoras dispone de las herramientas necesarias para realizar análisis de datos avanzado. Son menos (un 19%) las que están aprovechando las tecnologías avanzadas para agilizar operaciones, enriquecer experiencias, integrarse en ecosistemas emergentes y tomar decisiones más rápidas y basadas en datos.
Las aseguradoras pueden impulsar el compromiso de los asegurados y beneficiarios para:
- Profundizar en las relaciones con los clientes simplificando y personalizando el proceso de incorporación
- Mejorar la experiencia de las reclamaciones ofreciendo flexibilidad en la reestructuración de las mismas
- Captar una visión única del cliente actualizando la tecnología que utilizan.
Las que lo consigan podrán reforzar la confianza entre generaciones, fomentar el crecimiento futuro y salvaguardar los importantes activos que corren el riesgo de ser transferidos en un futuro próximo, concluye el informe.
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