El despacho de abogados DS Legal Group, especializado en Derecho Sanitario, ha realizado un estudio de la situación reclamatoria actual de los médicos de nuestro país. Una de las conclusiones extraídas refleja que, en la década que acaba de comenzar, cada facultativo recibirá una media de 3 reclamaciones o incidencias graves relacionadas con su trabajo.
El bufete analiza diferentes variables, entre las que se encuentran los más de mil casos que gestiona anualmente relacionados con la profesión sanitaria, la franja de edad, la especialidad, si se trata de una primera incidencia o no… Todos estos datos también indican, según han declarado representantes del despacho, que hoy en día un médico recibirá entre 5 y 10 reclamaciones o incidencias graves a lo largo de su carrera, explica la firma en un comunicado.
“La ‘cultura de la reclamación’ que se está fomentando en nuestro país en estos últimos años por parte del paciente, el Baremo de tráfico de 2016 que duplicó e incluso triplicó -en algunos casos- las cuantías indemnizatorias y la presión asistencial que supone para el profesional ambas situaciones han sido el caldo de cultivo perfecto para encontrarnos con estas preocupantes cifras”, ha declarado Carlos León, director jurídico del despacho DS Legal group.
Reclamaciones sobre la información que se da al paciente
Según indican los datos, la gran mayoría de las reclamaciones -en torno a un 90%- están relacionadas con el traslado de información al paciente. Aquí entran en juego dos elementos clave: el consentimiento informado y la historia clínica. “Si conocemos de antemano dos de los motivos por los que un profesional puede tener una incidencia en la relación médico-paciente es mucho más fácil, tanto para el facultativo como para los que profesionales que le protegen, trabajar para disminuir estas cifras”, sentencia León.
A este respecto, el despacho recomienda que el médico actúe en dos sentidos: el primero, preventivo, con la utilización de herramientas que puedan ayudarle a gestionar de manera segura la información del paciente, y el segundo, reactivo, con un seguro de Responsabilidad Civil Profesional completo, que contemple la cobertura de las reclamaciones o incidencias graves con relación al tratamiento de esta información.
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