Durante los meses de verano los negocios y principalmente los de hostelería reciben más afluencia de gente por lo que de junio a septiembre, al aumentar el uso de sus instalaciones, están expuestos a sufrir más daños, explica Mapfre.
Daños por agua e incendios
De ellos, los más frecuentes son los que están relacionados con el agua, que suponen uno de cada cuatro llamadas al seguro en este periodo. El mal estado de las tuberías y el aumento de su utilización, grifos y llaves de paso mal cerradas o los fallos en aires acondicionados y sistemas de refrigeración son los principales motivos de estas llamadas, según se desprende de un estudio realizado por el grupo asegurador sobre su propia cartera de clientes, explica la compañía.
Por otra parte el 36% de los incendios declarados en este ramo el pasado año se produjeron entre julio y septiembre.
Más allá de los daños por agua
Además de las causas mencionadas hay otras situaciones en los comercios que también necesitan la asistencia del seguro en verano. La rotura de cristales es un claro ejemplo de ello ya que supone casi el 15% de los siniestros declarados en verano y un porcentaje similar, el 14%, representan los daños eléctricos, como resultado del incremento de la intensidad eléctrica para activar, entre otros, congeladores y ventiladores.
Seguido de estos percances, los robos concentran cerca de un 9% de los siniestros que se producen en el periodo estival en los comercios.
El seguro de comercio de Mapfre en cifras
En total en 2018 Mapfre registró cerca de 80.000 llamadas por este tipo de siniestros, que pueden ocurrir en cualquier momento del año, pero que son especialmente molestos cuando los establecimientos están llenos de clientes. Por ello, para ofrecer el mejor servicio, contar con un seguro es una garantía ante estos riesgos. De hecho más de 710.000 pymes y autónomos tienen un seguro para su negocio con la compañía.
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