El cambio climático preocupa más a los vascos que al resto de los españoles

El cambio climático preocupa más a los vascos que al resto de los españoles

Los vascos son más conscientes que el resto de los españoles de la existencia y las consecuencias del cambio climático. Es el problema más grave para el 26,7% de los vascos, según un estudio de Fundación AXA.

Solo un 6,4% niega este fenómeno, frente al 9,3% de la media nacional. Además, los mayores de 65 años son los más preocupados y los que más atribuyen la responsabilidad a la acción humana.

Percepción ciudadana del cambio climático

Estos son algunos de los datos que se desprenden del primer estudio de la Fundación AXA sobre la percepción ciudadana del cambio climático en España.

Según este estudio, el 91,8% de los vascos con estudios universitarios cree en la existencia del cambio climático. El 90% de los que viven en poblaciones de 20 a 100.000 habitantes también lo hace. Además, el 26,7% considera que el cambio climático es el problema más grave al que se enfrenta la humanidad, por encima de los conflictos armados, el terrorismo o las amenazas a la seguridad.

El 74% de los residentes en el País Vasco cree que el cambio climático se debe principalmente a la acción humana, y el 82,7% opina que el calentamiento global se ha agravado mucho o bastante en los últimos dos años. Entre las causas que más inciden en el cambio climático, los vascos señalan la actividad industrial (52,4%), la deforestación (52,1%) y el uso de combustibles fósiles para el transporte (40,4%).

Mikel González Vara, jefe de subárea de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Bilbao, ha destacado que “el Ayuntamiento de Bilbao aprobó por unanimidad la ‘Declaración de Emergencia Climática’ en octubre de 2019. Nuestro compromiso nace muchos años antes con proyectos europeos de cambio climático como RAMSES o RESIN, y nuestra sensibilidad no ha parado de crecer. Nuestras actuaciones están dirigidas a las dos principales amenazas: las inundaciones y las olas de calor. Nuestra última iniciativa es la creación de una red de 130 Refugios Climáticos para atemperar los efectos de las olas de calor”.

Josep Alfonso, director general de Fundación AXA, ha resaltado que “en AXA trabajamos por el desarrollo de la sociedad protegiendo lo que importa. El clima y la protección inclusiva son los dos ejes transversales en nuestra labor como inversor, asegurador, empresa ejemplar y actor social. La Fundación tiene el propósito de analizar el conocimiento, los comportamientos y los compromisos sobre el cambio climático, y de concienciar y sensibilizar sobre el reto ambiental”.

Los vascos apoyan la implementación de medidas

El estudio también revela que los vascos apoyan la implementación de medidas para luchar contra el cambio climático. Serían: el aprovechamiento del agua, la investigación y desarrollo de tecnología o la reforestación. Sin embargo, no se muestran muy dispuestos a modificar sus hábitos de consumo, transporte o turismo. El precio de los productos y servicios sostenibles es uno de los factores que más les frena.

Los vascos esperan que la Unión Europea, los organismos internacionales y el Gobierno de España tengan un papel muy activo en la lucha contra el cambio climático. Pero perciben que su nivel de implicación es bajo. Por el contrario, ven mayor nivel de acción en la sociedad civil y en la empresa privada.

El impacto del cambio climático

El cambio climático tiene un gran impacto en el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, el derretimiento de los polos, el incremento de incendios y las enfermedades respiratorias, según los vascos. Estas consecuencias les preocupan especialmente en su salud, su alimentación y su situación económica y laboral.

Begoña Etxebarria, directora general de Fundación Novia Salcedo, ha resaltado “la importancia del cambio climático como un desafío global, pero también como una oportunidad para el desarrollo de nuevos conocimientos y empleos, especialmente para los jóvenes. Los jóvenes se están formando y educando en nuevas especialidades formativas y adoptando hábitos de consumo más sostenibles, lo que demuestra una voluntad genuina de utilizar su conocimiento para convertirse en agentes de cambio y contribuir a la construcción de un futuro más sostenible”.

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