La inestabilidad meteorológica ha caracterizado la primera mitad de 2015. Desde el mes de enero se han encadenado diferentes fenómenos climáticos que, en total, han causado daños en 694.837,89 hectáreas aseguradas de cultivo, según datos de Agroseguro.
El año comenzó con intensos temporales de viento que afectaron a más de 24.300 hectáreas aseguradas. Este fenómeno se repitió a lo largo de casi todo el invierno y afectó a explotaciones situadas fundamentalmente en la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía. Las producciones de cítricos fueron las más afectadas con daños en cerca de 17.400 hectáreas. Otros cultivos que también sufrieron las consecuencias de los temporales fueron uva de vino, algunas hortalizas y frutales etc. Al mismo tiempo se sucedieron temporales de viento en las Islas Canarias, que causaron daños sobre todo en plátano, con partes de siniestro correspondientes a más de 2.000 hectáreas.
Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología, el invierno de 2015 no ha sido especialmente frío, pero sí muy irregular en lo que respecta a distribución de las precipitaciones. Este hecho explica que, por un lado, en los primeros meses del año, haya habido intensas precipitaciones que causaron el desbordamiento de ríos (el más importante el del Ebro) y, por tanto, se hayan registrado daños por inundación en numerosos cultivos. Y por otro lado, que la escasez de lluvias en algunas regiones y las elevadas temperaturas hayan provocado una situación de sequía que también está afectando al campo español.
Daños por inundaciones y sequía
Respecto a las inundaciones, estas dejaron tras de sí más de 17.000 hectáreas aseguradas afectadas. Se produjeron fundamentalmente a lo largo del Valle del Ebro, debido al desbordamiento del río a causa de las intensas lluvias. Los cultivos más afectados fueron los herbáceos, con cerca de 10.600 hectáreas inundadas, seguidos por cultivos forrajeros, como la alfalfa, que registraron más de 3.500 hectáreas anegadas. Por comunidad autónoma, agricultores de Aragón (con más de 7.000 hectáreas afectadas) y Navarra y País Vasco (con cerca de 2.900 y más de 2.160 hectáreas dañadas respectivamente) fueron los que más sufrieron las consecuencias de este fenómeno.
Por el contrario, en otras zonas de nuestra geografía, la escasez de lluvias y el aumento de las temperaturas han generado una situación de sequía que, hasta el momento, ha provocado daños en más de 385.000 hectáreas de cultivos asegurados. Cerca de 384.150 hectáreas corresponden a cultivos herbáceos.
Atendiendo al ritmo de recepción de las declaraciones de siniestro, y comparándolo con años anteriores, se prevé, que al finalizar el ejercicio, la superficie asegurada afectada por sequía se podría situar en alrededor de 450.000 ó 500.000 hectáreas. A día de hoy ya se han tasado prácticamente el 60% de la superficie reclamada
Por último, y tal y como ocurrió en 2014, desde el inicio de la primavera de 2015 se han venido reiterando fuertes tormentas de pedrisco que en total, hasta el momento y según los partes de siniestro recibidos, han causado daños en cerca de 170.000 hectáreas de cultivos asegurados. Las producciones más afectadas fueron las de cultivos herbáceos, con más de 107.500 hectáreas con siniestro y uva de vino, con una superficie dañada de casi 33.700 hectáreas. También han quedado dañadas cerca de 11.000 hectáreas de frutales y casi 6.900 de hortalizas (fundamentalmente ajos).
Por el momento, las tormentas más intensas, han sido las registradas el 19 de mayo y entre el 9 y el 17 de junio, debido a su gran extensión y virulencia.
Agroseguro recuerda que todos estos fenómenos meteorológicos están cubiertos por el Sistema de Seguros Agrarios y que es importante que los asegurados envíen los partes de siniestro a la mayor brevedad, para poder valorar y abonar las indemnizaciones lo antes posible.