El sector turístico, clave para la economía, seguirá fuerte, aunque moderará sus beneficios el presente año en España, según la aseguradora.
El sector turístico en España proyecta mantener su fortaleza, aunque con un crecimiento moderado en 2024, debido a la coyuntura económica y la disminución de ahorros en los hogares. La inflación, subidas de los tipos de interés y la reducción del ahorro acumulado durante la pandemia afectarán al consumo turístico en 2024, según el análisis de Solunion.
La situación geopolítica global, factor clave
“Sin lugar a dudas, la situación geopolítica global impactará también a la hora de decidir un destino turístico, inicialmente favoreciendo el turismo doméstico, pero, al mismo tiempo, compitiendo en precios con otros destinos más alejados de los conflictos bélicos, como es el caso de España”, señala Ramón Aloguín, Responsable de Equipo de Analistas Zona Este de Solunion España.
A pesar de estos desafíos, España tiene el potencial de crecer en segmentos como el turismo extranjero con mayor poder adquisitivo, según datos de Exceltur. Sin embargo, se enfrenta a la necesidad de disponer de trabajadores cualificados y proteger los márgenes comerciales, especialmente en un contexto de inflación y subida de tipos de interés.
Descenso de los concursos empresariales y regionales, aumento de los impagos
En cuanto a los concursos de acreedores, el sector turístico muestra una tendencia decreciente, con un descenso del -52% en 2023 respecto a 2022, según Solunion. Cataluña lidera en número de concursos empresariales, acumulando el 28% de las insolvencias empresariales, seguida por Andalucía, la Comunidad Valenciana y Baleares.
Aunque los impagos comerciales se mantienen bajos, Solunion observa una tendencia ascendente (+57% en 2023 vs 2022), especialmente en microempresas del sector turístico. Esta situación plantea desafíos adicionales para las pequeñas empresas en el sector, que deben estar atentas a la gestión de riesgos comerciales.
En resumen, el sector turístico en España afronta un 2024 con desafíos notables, desde la ralentización del consumo hasta la necesidad de afrontar la escasez de perfiles profesionales cualificados. La capacidad de adaptación y la implementación de estrategias efectivas serán clave para el éxito en un entorno económico cambiante.
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