Las compañías muestran cada vez mayor interés por revisar sus programas de retribución para tener en cuenta el aumento del teletrabajo. Y también para reflejar la cada vez mayor concienciación sobre la salud mental de los empleados que surgió durante la pandemia, según revela un estudio de Willis Towers Watson.
Casi tres cuartas partes (71%) de las empresas consultadas en España para realizar el análisis afirma que la mayor atención a la inclusión y diversidad; y la rigidez de los mercados laborales son los dos principales factores que crean la necesidad de cambiar su enfoque de las prestaciones a los empleados; donde se incluyen la asistencia sanitaria, las pensiones y los seguros. El aumento del teletrabajo (66%) es el tercer mayor impulsor del cambio.
Los beneficios sociales serán una prioridad en 2022
El 38% de las organizaciones consultadas en España afirma que su enfoque del bienestar emocional de la plantilla fue identificado como un área débil durante el año pasado. Para cambiar esto, el 85% dice que es una prioridad clave para los próximos dos años. Con el 42% planeando implementar un plan de acción de salud mental para toda la organización. Y un 39% buscando oportunidades para aumentar la resiliencia de los empleados.
Gema Jiménez, directora de Desarrollo de Negocio del área Health & Benefits de Willis Towers Watson Iberia, explica que «La pandemia y sus cierres aumentaron la conciencia sobre cómo los problemas de salud mental pueden perjudicar a la fuerza laboral, y pusieron de manifiesto el importante papel que tienen los empleadores para apoyar a sus equipos. A medida que avanzamos hacia un modelo híbrido de trabajo en casa y en la oficina, las empresas están más dispuestas a utilizar ese conocimiento más amplio. Para remodelar sus paquetes de beneficios. La asistencia sanitaria en línea, las aplicaciones de bienestar y las estrategias de salud mental son áreas de creciente interés para muchos responsables de RRHH que desean renovar el paquete de prestaciones”.
Cambios por el teletrabajo
Como expresa Gema Jiménez, “También estamos viendo un cambio más amplio hacia el reconocimiento y la satisfacción de las necesidades y circunstancias individuales, y esta tendencia está siendo impulsada en parte por el aumento de la I&D (Inclusión y Diversidad). La tecnología permite una experiencia mucho más personalizada y a medida del empleado, que va más allá de lo que a menudo puede ser una oferta rígida de unos beneficios básicos como un fondo de pensiones o un seguro de vida«.
Muchas organizaciones podrían tener dificultades para cambiar de rumbo. Sólo tres de cada diez (30%) organizaciones analizadas en España afirman conocer los deseos y necesidades de sus empleados. La mitad (48%) no tienen actualmente una estrategia clara de retribuciones, aunque el 75% quiere crear un programa específico personalizado en los próximos dos años.
Jiménez añade que «La pandemia ha hecho que muchos empresarios se planteen las prestaciones bajo una nueva perspectiva. Muchas organizaciones se enfrentan a una gran brecha entre dónde están y dónde quieren estar, y es esencial que escuchen atentamente a su personal para averiguar las mejores formas de personalizar y reforzar la experiencia de los empleados.»
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