El próximo 15 de julio se celebra el Día Internacional de las Tecnologías Apropiadas. Una fecha que invita a reflexionar y a analizar el impacto de las nuevas tecnologías en la mejora de la calidad de vida. Por séptimo año consecutivo, la Fundación Adecco, con el apoyo de Keysight Technologies Spain, presenta el informe Tecnología y Discapacidad.
Se trata de un análisis basado en la encuesta realizada a 300 personas entre 18 y 60 años, todas con algún tipo de discapacidad. Una conclusión clara se desprende del mismo: las nuevas tecnologías se han convertido en aliadas imprescindibles para la mejora y normalización de la vida de las personas con discapacidad, así como en su acceso al empleo.
El impacto de la Tecnología en el empleo de las personas con discapacidad
Durante los últimos años se ha producido un importante avance en el empleo de personas con discapacidad, anotándose, en 2017, el mejor registro de toda la serie histórica, con 110.068 contratos. Son muchos los factores que hay detrás de este incremento: una legislación más eficiente, una mayor sensibilización empresarial o un cambio de mentalidad por parte de las propias personas con discapacidad, que van dejando atrás obsoletas creencias que asocian esta circunstancia con inactividad y dependencia, para formarse y acceder al mercado laboral.
Sin embargo, el impacto de la tecnología también ha sido decisivo, al abrir un inmenso abanico de posibilidades: una persona con tetraplejia manejando el ordenador a través de la voz; un profesional con discapacidad visual leyendo un documento, recién salido de una impresora braille.
Un 64% de las personas encuestadas admite que las nuevas tecnologías han sido esenciales para desempeñar sus funciones en el puesto de trabajo. Es destacable cómo esta cifra va incrementándose año tras año.
En definitiva, las nuevas tecnologías tienen el gran potencial de acercar a las personas con discapacidad al mundo del empleo. Éstas son algunas de las razones:
- El avance de la tecnología convencional, que en los últimos años se ha materializado en productos como tabletas, apps o la irrupción de lo táctil, ha hecho posible que la tecnología que todos usamos se convierta, quizás sin pretenderlo, en facilitadora de la vida de las personas con discapacidad, así como de su acceso al empleo.
- La irrupción de adaptaciones específicas para ciertas discapacidades permite superar muchas barreras que las personas con discapacidad encuentran en su día a día, haciendo posible que desempeñen ciertos puestos de trabajo de los que antes estaban excluidos. Por ejemplo, una persona con discapacidad motora puede manejar ratones de diadema y trabajar como administrativo.
- Las nuevas tecnologías eliminan el factor desplazamiento, permitiendo a las personas con discapacidad desempeñar sus funciones de forma telemática (teletrabajo).
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “las nuevas tecnologías han supuesto un antes y un después en el empleo de las personas con discapacidad, permitiendo que las empresas recuperemos el talento de muchas que, hasta el momento, permanecían excluidas del mercado laboral. El desarrollo de la tecnología convencional (móviles, tabletas, apps) unido a la irrupción de diferentes adaptaciones tecnológicas (ratones y teclados virtuales, impresoras braille) nos equipara a todos y reduce una brecha que, hace unos años, parecía insoslayable”.
Tecnología al servicio de la inclusión
Durante los últimos años han proliferado las herramientas tecnológicas destinadas a facilitar la vida de las personas con más dificultades, reduciendo las barreras y equiparando sus capacidades a las de la población general. He aquí algunos ejemplos:
- Para personas con discapacidad física: mesas regulables en altura, teclados con cobertores o teclas de gran tamaño, ratones virtuales o ergonómicos, etc.
- Para personas con discapacidad visual: pantallas de gran formato, lectores de pantalla para invidentes, impresoras de braille, magnificadores de pantalla o lupas aumentativas, etc.
- Para personas con discapacidad auditiva: intérpretes de lengua de signos, emisoras de frecuencia modulada, prótesis auditivas, etc.
Son las personas con discapacidad sensorial las que más emplean tecnologías adaptadas en su puesto de trabajo (81%), seguidas por las personas con discapacidad física (60%) y las personas con discapacidad intelectual/psíquica (26%).
Además de permitir el acceso al empleo, las nuevas tecnologías son aliadas en la mejora de la calidad de vida global de las personas con discapacidad. Así, 7 de cada 10 encuestados declara que, en términos generales, la tecnología ha mejorado su calidad de vida.
Tecnología que mejora la salud y reduce la dependencia
La dependencia es, según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad un estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, de la enfermedad o de la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal”.
La tecnología es una gran aliada en la reducción de estas situaciones al combatir las dificultades que presentan en su vida diaria: prótesis y otros instrumentos de rehabilitación han sido contribuciones decisivas de la tecnología, llegando a desbancar, incluso, a la medicina.
Del total de encuestados, 4 de cada 10 necesita ayuda para tareas básicas como ducharse, asearse, vestirse o preparar la comida. Además, un 38% necesita apoyos para comer; un 36% para salir de su vivienda y un 33% para coger el transporte público. Por último, un 25% no puede acceder a establecimientos sin ayuda y un 17% necesita apoyos para comunicarse con los demás.
Dimensión social y accesibilidad universal: los dos grandes retos
1.- Dar a la tecnología una dimensión más social. Si bien en los últimos años se ha avanzado de forma espectacular en tecnologías inclusivas, el ámbito de la discapacidad sigue siendo un gran desconocido para el sector tecnológico. El reto es dar a la tecnología una dimensión más social, aprovechando el expertise y know how de las empresas tecnológicas.
2.- Accesibilidad Universal. Si bien las app y herramientas tecnológicas pueden diseñarse de forma específica para determinadas discapacidades, existen unas marcadas por la UE para que los productos y servicios puedan ser usados por la mayoría de las personas.
Teletrabajo: solución de alto potencial
Según un reciente análisis de la Dirección de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, el teletrabajo podría ser una potente alternativa para garantizar la participación en el empleo de las personas con discapacidad, especialmente cuando ésta afecta a su movilidad.
Dicho estudio identifica algunas posiciones que, a nivel nacional, tienen un alto potencial de contratación en régimen del teletrabajo, fundamentalmente en el área de atención al cliente e informática: operador de call center, grabador de datos, administrativo, gestor de cobros, diseñador web o programador.