Heredar criptomonedas: qué hacer para no perderlas

Heredar criptomonedas: qué hacer para no perderlas

Abel Marín, abogado y socio del despacho Marín & Mateo Abogados, indica que “lo habitual es reflejar las criptomonedas en un testamento”.

El año pasado, el Estado ingresó 32,15 millones de euros procedentes de cuentas bancarias abandonadas durante más de 20 años. Muchas veces, los herederos no reclamaron esos saldos porque ignoraban su existencia.

Las criptomonedas también se pueden heredar, al igual que el dinero en efectivo o las acciones. Pero hay que tomar algunas precauciones para evitar perderlas. Así lo explica Abel Marín, abogado y socio del despacho Marín & Mateo Abogados.

Testamento o confianza

Lo más recomendable es dejar constancia de las criptomonedas en el testamento. O al menos, informar a los familiares cercanos de que se poseen. De esta forma, se facilita el proceso de sucesión y se evitan conflictos.

Las criptomonedas se pueden almacenar en plataformas online (exchanges) o en dispositivos físicos (wallets). En ambos casos, se requieren contraseñas o frases de recuperación para acceder a ellas. Estas claves deben depositarse en un lugar seguro y comunicarse a los herederos.

Tributación y volatilidad

Las criptomonedas no están exentas de impuestos. Los herederos deben pagar el Impuesto de Sucesiones por el valor que tenían en el momento del fallecimiento. Como este mercado es muy volátil, puede haber grandes diferencias entre el valor real y el declarado.

Por eso, Marín aconseja vender las criptomonedas cuanto antes si se necesita liquidez. Así se evita el riesgo de que pierdan valor de forma repentina.

Otras posesiones

En cuanto al dinero en efectivo o las acciones, Marín indica que no es fácil averiguar si el fallecido tenía otras cuentas bancarias o inversiones bursátiles. Hacienda y el Banco de España no facilitan esa información. Los herederos deben acudir a las sucursales bancarias o a los brókeres para comprobarlo.

Lo mismo ocurre con las cajas de seguridad. Si contienen joyas, pagarés, lingotes de oro u otros objetos de valor, los herederos deben saberlo. De lo contrario, el contenido pasará al Estado.

La comunicación fluida entre el titular y los herederos es clave para evitar que se pierdan activos por desconocimiento.

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