La Fundación RACE lamenta la inasumible cifra de fallecidos en las carreteras españolas durante 2023, (tres menos que en 2022), con un incremento del número de accidentes mortales, según las cifras provisionales publicadas hoy por la DGT. Por ello, desde la Fundación RACE reiteramos que resulta imprescindible adoptar una estrategia consensuada entre las organizaciones, asociaciones y administraciones que conforman el ecosistema de la movilidad y la seguridad vial para reducir estas cifras
En concreto, durante 2023 fallecieron un total de 1.145 personas, lo que supone una reducción de 3 fallecidos respecto al año anterior y un importante incremento respecto a 2019, año previo a la pandemia (1.098 fallecidos).
Asimismo, sigue siendo preocupante el número de personas que perdieron la vida en carreteras convencionales, 849, lo que representa el 74% del total, 21 más respecto al año anterior. Además, cabe destacar los datos de siniestralidad por salidas de vía, causantes del 42% de fallecimientos.
Ante estos datos, la Fundación RACE considera que la falta de mantenimiento y la escasa inversión en este tipo de infraestructuras no ayuda a la reducción de estas cifras. Pero, además, el incremento de impuestos por el uso de las autopistas de peaje (que ha comenzado a aplicarse el 1 de enero) supone una nueva carga para el bolsillo de los conductores y, además, comporta un incremento del riesgo vial al obligar a muchos usuarios a buscar vías alternativas más peligrosas como las que conforman la red secundaria.
En cuanto a los usuarios vulnerables fallecidos, han aumentado un 9%, situándose en 463, 38 más que el año anterior. Es especialmente alarmante la cifra de motoristas fallecidos, que se ha incrementado hasta alcanzar los 286, siendo el colectivo cuya siniestralidad es cada vez mayor desde hace más de una década.
Asimismo, sigue siendo elevada la cifra de ocupantes que viajaban en turismo y furgoneta y no llevaban el cinturón de seguridad en el momento del accidente (138 en 2023 frente a 142 del año anterior), que 9 ciclistas y 8 motoristas no llevaban casco en el momento del siniestro, y el incremento de la mortalidad infantil, que registró 22 fallecidos, la segunda mayor cifra desde 2014.
Por todo ello, desde la Fundación RACE reclamamos, una vez más, activar acciones efectivas de formación, información y concienciación para los automovilistas, motoristas y usuarios de la vía sobre las consecuencias de la no utilización de los elementos de seguridad, y del incumplimiento de las normas de movilidad y seguridad vial.
A juicio de la Fundación RACE, incrementar la inversión en vías convencionales, potenciar el uso de las autovías y autopistas, apostar por la formación y concienciación de los automovilistas, e incentivar la modernización del parque automovilístico, cuya media de edad ha aumentado hasta los 14 años, siguen siendo los cuatro pilares fundamentales para reducir la siniestralidad vial en nuestras carreteras.