Crédito y Caución prevé que la contracción de Argentina —marcada por la crisis monetaria y la alta inflación— se prolongue hasta finales de 2019. En 2016 Argentina negoció un acuerdo que le permitió acceder a los mercados internacionales de capital. Tras un rebote de corta duración en 2017, la alta vulnerabilidad de Argentina a la normalización monetaria de Estados Unidos se ha hecho evidente a partir de 2018.
Fuga de capitales
La fuga de capitales provocó una depreciación de la moneda del 50% y una disminución significativa de las reservas oficiales. El intento de frenar los flujos de capital elevando los tipos de interés por encima del 60% fracasó, ante los temores de impago por parte del país. La ampliación de las líneas de crédito del Fondo Monetario Internacional ha reducido la preocupación, pero a cambio la Administración ha tenido que aceptar importantes medidas de austeridad.
Medidas de austeridad
“El rebote de la economía no debe esperarse hasta finales de 2019, como muy pronto, impulsado por los beneficios de un peso débil y una normalidad en la cosecha. Un aumento en las exportaciones de bienes agrícolas, que representan el 50% del total, proporcionaría una entrada de divisas que, junto con la caída de las importaciones, reduciría el déficit por cuenta corriente. Se espera que la inflación disminuya cuando comience a tener efecto la política monetaria extremadamente estricta”, dice el informe.
Junto con las altas tasas de interés, las medidas de austeridad profundizarán y alargarán la contracción económica en 2019. La inflación supera el 50% como resultado de la fuerte depreciación en 2018 y el desempleo está aumentando, provocando el crecimiento del malestar social.
También te puede interesar:
- Crecimiento de India: ventajas con cautela según Crédito y Caución
- Seguros de crédito en pleno auge en Asia-Pacífico ante un panorama oscuro