Valencia ha acogido la Cumbre de Mediadores que, bajo el lema Crecimiento y transformación en un sector patas arriba, ha reunido a más de trescientos corredores para debatir el presente y futuro del sector de la mediación.
Profesionales como Ángel Blesa, director general de Codeoscopic, Gonzalo Iturmendi, socio fundador de G. Iturmendi & Asociados; Francisco Lara, director general de Pelayo, Luis Badrinas, CEO de Community of Insurance y CEO de Barcelona Health Hub y José Antonio Vargas, CEO de Summa Smart Company, reflexionaron sobre los diferentes retos que afectan al negocio de mediación.
Mónica Herrera, presidenta del Colegio de Valencia, inauguró la sesión que contó con el testimonio de David Casinos, deportista paralímpico con más de 19 oros ganados.
Los tres retos del sector, en la Cumbre de Mediadores
La jornada se centró en tres aspectos clave para los profesionales de la mediación. El primero de ellos es la nueva Ley de Distribución. La reciente aprobación de la Ley de Distribución y su implantación protagonizó buena parte de la jornada. La norma tiene muchos matices y diferencias con importantes repercusiones y responsabilidades nuevas para el mediador. “En definitiva, no es más de lo mismo, como algunos pensaban porque lo difícil está en los detalles”, señala la organización.
La segunda protagonista de la jornada fue la tecnología. Un sector que se transforma, según los ponentes, de ser intensivo en personas y relaciones, a ser intensivo en tecnología. Inversiones, que, junto a los nuevos entrantes tecnológicos, marcaran la agenda de los mediadores en los próximos años.
Y, por último, los nuevos modelos de coparticipación. Los ponentes han coincidido a la hora de vislumbrar posibles alternativas para el mediador que pasan por la adaptación del modelo de negocio, la inversión en tecnología y la colaboración con otros mediadores dentro de nuevos modelos de co-participación si no se puede invertir al ritmo que demanda el mercado.
En definitiva, en un sector en plena transformación, el mediador puede verse abrumado por los riesgos y amenazas que se avecinan, pero también puede reinventarse, volverse a ilusionar con nuevos proyectos de crecimiento coparticipativo y ser protagonistas de su propio futuro, explican.
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