La Inteligencia Artificial, ¿aliada o enemiga de las personas con discapacidad en el empleo?

La Inteligencia Artificial, ¿aliada o enemiga de las personas con discapacidad en el empleo?

Un informe de la Fundación Adecco analiza el impacto de la IA en la inclusión laboral de las personas con discapacidad, destacando sus oportunidades y riesgos.

La Fundación Adecco ha presentado el informe Tecnología y Discapacidad, con la colaboración de Keysight Technologies Sales Spain SLU. Se trata de un estudio que profundiza en el papel de las nuevas tecnologías como aceleradoras del proceso de inclusión social y laboral de las personas con discapacidad, en una sociedad cada vez más digitalizada.

El informe se publica cerca del 15 de julio, Día Internacional de las Tecnologías Apropiadas, que hace referencia a los avances tecnológicos que tienen en cuenta la dimensión ética, cultural, social, económica y medioambiental en su diseño. La asociación de los conceptos tecnología y discapacidad encaja perfectamente en este marco, al ser las personas con discapacidad un grupo estratégico para un desarrollo tecnológico inclusivo, que no deje a nadie atrás, como reza la máxima de la Agenda 2030.

Este año 2023, el informe cobra una especial relevancia por el gran despegue y democratización de la Inteligencia Artificial (IA), gracias a la irrupción de ChatGpt y otros sistemas inteligentes, que abren las puertas a otros similares y alumbran una profunda transformación en todos los ámbitos, y especialmente en el empleo. Una revolución que comporta indudables oportunidades en el mundo laboral, pero también algunos riesgos, que el informe ha querido visibilizar.

Para elaborar el informe se ha encuestado a 300 personas con discapacidad en búsqueda de empleo y se han tenido en cuenta otros datos oficiales como las cifras de contratación publicadas mensualmente por el Servicio Público de Empleo Estatal.

La IA puede mejorar el rendimiento profesional, pero también puede generar sesgos en la selección

En lo que llevamos de año, las personas con discapacidad han firmado un total de 44.742 contratos en España, el 68% en el ámbito protegido (Centros Especiales de Empleo) y solo el 32% en empresas ordinarias, es decir, entornos convencionales de trabajo. “Las personas con discapacidad continúan infrarrepresentadas en las empresas ordinarias, por lo que hay que seguir realizando una labor de sensibilización y de acompañamiento que conecte el ámbito de la discapacidad con el empresarial. El auge de la IA y la digitalización súbita que hemos experimentado, sobre todo a raíz de la Covid-19, exige una firme apuesta por una tecnología inclusiva, que tome en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad y se convierta en un acelerador para su empleo en las empresas ordinarias, y nunca en un freno”- destaca Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

La Inteligencia Artificial tiene un gran potencial para mejorar el rendimiento profesional, la rapidez y la eficiencia de todas las personas, y especialmente de aquellas con discapacidad, equiparando sus competencias a las del resto de los profesionales, al sortear barreras físicas,
sensoriales y/o cognitivas. Sin embargo, también es fundamental conocer y abordar los riesgos que comporta su implementación, con el objetivo de minimizarlos y convertirlos en oportunidades.

No hay que olvidar que, tanto entre las personas como entre los sistemas inteligentes, la inclusión no es un proceso que surja de forma natural, sino que debemos buscar mecanismos para desarrollarla y garantizarla” – explica Mesonero.

La encuesta realizada a las personas con discapacidad ha preguntado por estas variables, con el fin de conocer cuál es su percepción sobre el impacto de la IA en el ámbito de la inclusión laboral, detectando sus preocupaciones e inquietudes.

Oportunidades de la IA para el empleo de las personas con discapacidad

Más de la mitad de las personas con discapacidad encuestadas (55,3%) considera que la Inteligencia Artificial (IA) tiene un inmenso potencial para impulsar su desempeño, ya que estos sistemas pueden facilitar su rendimiento laboral y mejorar su eficiencia, teniendo en cuenta algunas de sus aplicaciones:

  • Accesibilidad. La IA puede mejorar la accesibilidad para que las personas con discapacidad desempeñen sus funciones de manera más efectiva en los entornos laborales. Por ejemplo, desarrollando sistemas de reconocimiento de voz o del lenguaje, señas para facilitar la comunicación o soluciones de navegación para personas con discapacidad visual.
  • Adaptación de entornos de trabajo. La IA puede contribuir a adecuar los espacios físicos de trabajo para las personas con discapacidad, por ejemplo, mediante ajustes automáticos de iluminación, temperatura y otras condiciones ambientales. Además, la irrupción de las tecnologías adaptadas y los productos de apoyo tecnológicos, facilitan las tareas y rutinas de las personas con discapacidad, a través de equipos y programas para aumentar la movilidad, la audición, la visión o las capacidades de comunicación.
  • Capacitación y desarrollo profesional. La IA puede ofrecer programas de aprendizaje personalizados que se adapten a las necesidades de cada persona, brindando además retroalimentación y orientación constante para mejorar el desempeño laboral.
  • Teletrabajo y flexibilidad laboral. El desarrollo tecnológico y la IA permiten un mayor acceso a trabajos remotos y flexibles, beneficiando a aquellas personas con discapacidad que encuentran barreras para desplazarse o trabajar en entornos tradicionales. Asimismo, la IA puede facilitar la colaboración en línea y la adaptación de tareas y horarios, según las necesidades individuales.

Riesgos de la IA para el empleo de las personas con discapacidad

Sin embargo, no todo son ventajas. El 44,7% restante de las personas con discapacidad encuestadas teme que la IA pueda perjudicar su empleabilidad o sus condiciones laborales, teniendo en cuenta algunos de los riesgos que implica:

  • Discriminación y sesgos. La IA puede reproducir o amplificar las desigualdades existentes en la sociedad, si los datos utilizados para su entrenamiento no son representativos o contienen prejuicios. Por ejemplo, si los sistemas de selección de personal se basan en algoritmos que priorizan ciertos perfiles o características, pueden excluir a las personas con discapacidad o a otros grupos minoritarios. Asimismo, la IA puede generar estereotipos o etiquetas que limiten las oportunidades de las personas con discapacidad, al no reconocer su diversidad y potencial.
  • Sustitución y obsolescencia. La IA puede reemplazar algunas tareas o funciones que actualmente realizan las personas con discapacidad, especialmente aquellas más rutinarias o repetitivas. Esto puede suponer una pérdida de empleo o una reducción de las opciones laborales para este colectivo. Además, la IA puede provocar una obsolescencia de las competencias de las personas con discapacidad, si no se actualizan o se adaptan a las nuevas demandas del mercado.
  • Brecha digital y accesibilidad. La IA puede aumentar la brecha digital entre las personas con discapacidad y el resto de la población, si no se garantiza el acceso universal a las tecnologías y a los servicios digitales. Además, la IA puede generar problemas de accesibilidad si no se diseñan sistemas que sean compatibles con las necesidades y preferencias de las personas con discapacidad, por ejemplo, incorporando opciones de personalización, ajustes de configuración o interfaces intuitivas.
  • Aislamiento y deshumanización. La IA puede generar un mayor aislamiento o desvinculación de las personas con discapacidad en el ámbito laboral, si se reduce el contacto humano o la interacción social con otros profesionales. Además, la IA puede provocar una deshumanización del trabajo, si se prioriza la eficiencia o la productividad por encima de los valores éticos o sociales.

Recomendaciones para una IA inclusiva

Ante este panorama, el informe concluye con una serie de recomendaciones para fomentar una IA inclusiva, que beneficie a las personas con discapacidad y a la sociedad en general:

  • Promover el desarrollo ético y responsable de la IA, siguiendo principios como la transparencia, la equidad, la privacidad o la seguridad.
  • Garantizar la diversidad y la representatividad en los datos utilizados para entrenar a los sistemas inteligentes, evitando sesgos o prejuicios que puedan discriminar a las personas con discapacidad u otros grupos vulnerables.
  • Fomentar la participación y el empoderamiento de las personas con discapacidad en el diseño, la implementación y la evaluación de los sistemas inteligentes, teniendo en cuenta sus necesidades, opiniones y experiencias.
  • Impulsar la formación y la capacitación continua de las personas con discapacidad en competencias digitales y relacionadas con la IA, para mejorar su empleabilidad y su adaptación al mercado laboral.
  • Asegurar el acceso universal y la accesibilidad de las tecnologías y los servicios digitales para las personas con discapacidad, ofreciendo opciones de personalización, ajustes de configuración e interfaces intuitivas.
  • Fomentar el uso de la IA como una herramienta para mejorar el rendimiento profesional, la eficiencia y la calidad del trabajo de las personas con discapacidad, respetando sus derechos laborales y su dignidad.
  • Potenciar el contacto humano y la interacción social entre las personas con discapacidad y otros profesionales en el ámbito laboral, favoreciendo el trabajo colaborativo y el sentido de pertenencia.

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