Existen varios ejemplos de alimentos muy sanos por su aporte en grasas beneficiosas para el organismo como los frutos secos, salmón o aguacate, pero que son altamente calóricos.
Según los últimos datos proporcionados por el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, el 52,9% de la población adulta de Euskadi presenta sobrepeso, lo que significa que tienen un índice de masa corporal (IMC) superior a 25.
En cuanto a la obesidad, el 16,4% de los vascos la padecen, mientras que un 4,9% de la población adulta muestra obesidad severa, con un IMC superior a 35 puntos. La medida del IMC se calcula dividiendo los kilogramos de peso de una persona entre el cuadrado de su estatura, medida en metros.
En lo que respecta a la población pediátrica, los datos también revelan una tendencia preocupante hacia el aumento de la obesidad. Según varios estudios, la prevalencia de obesidad y sobrepeso entre los niños y niñas de Euskadi oscila entre el 25% y el 33%.
Promoción de hábitos saludables y educación alimentaria
La conmemoración del Día Mundial contra la Obesidad, que se celebra el 4 de marzo de cada año, destaca la importancia de abordar la obesidad para preservar la salud y la necesidad de intervenir en diversos aspectos, como la promoción de una alimentación equilibrada y moderada, la práctica de actividad física y la adopción de estilos de vida saludables.
En relación a la alimentación, es esencial distinguir entre un alimento saludable y uno que no contribuye al aumento de peso. Un alimento saludable proporciona los nutrientes y vitaminas necesarios para el funcionamiento adecuado del organismo sin agregar grasas perjudiciales, como las saturadas.
Factores que influyen en el aumento de peso
La Dra. Nerea Gil, especialista en Endocrinología y Nutrición de IMQ, señala que aunque un alimento sea saludable, puede tener un alto contenido calórico y contribuir al aumento de peso. Ejemplos de esto son los alimentos ricos en grasas beneficiosas como omega-3 y grasas monoinsaturadas, como los frutos secos, el salmón y el aguacate. Por lo tanto, es importante controlar su consumo para evitar el aumento de peso.
Es fundamental considerar el aporte calórico total de los alimentos en función de las características y el estilo de vida de cada individuo. Además, es importante comprender la composición de los alimentos y cómo afecta al cuerpo. Por ejemplo, los alimentos procesados suelen contener altos niveles de azúcares, grasas poco saludables y sal, lo que puede contribuir al desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético.
La Dra. Gil enfatiza que todos los alimentos contribuyen al aumento de peso de manera similar en todas las personas, pero la repercusión en el peso puede variar según factores como la edad, el sexo, la genética y la actividad física. Es crucial mantener un equilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético para controlar el peso corporal.
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