Los ruidos de petardos pueden provocar pánico en las mascotas

Los ruidos de petardos pueden provocar pánico en las mascotas

Un 40% de los dueños de perros toman precauciones para evitar el pánico de las mascotas por los petardos en Navidad.

Un 40% de los dueños de perros y un 24% de propietarios de gatos toman precauciones durante las Navidades para cuidar de la salud de sus mascotas ante los ruidos de petardos o la ingesta de alimentos que pueden resultar tóxicos para ellos como chocolate, uvas o turrón, o para cuidar de su salud mental.

Relaciones, hábitos y conductas de familias con perros o gatos

Así lo confirma el informe Relaciones, hábitos y conductas de familias con perros o gatos’, publicado por el especialista en seguros de salud para mascotas Santévet, llevado a cabo con 1.100 familias españolas con perros o gatos, y que tiene por objetivo conocer los hábitos de familias españolas con animales de compañía y poner en valor el rol de las mascotas en nuestra sociedad como un miembro más de la familia, así como nutrir la relación entre humanos y mascotas para una vida mejor y concienciar sobre la importancia del cuidado de la salud de las mascotas.

Los ruidos causados por petardos y fuegos artificiales pueden provocar reacciones de pánico en los perros, con ladridos, estado de excitación e intentos de fuga, según explica Paz Belinchón, veterinaria y colaboradora de Santévet. Los gatos exteriorizan menos ese miedo. En ocasiones manifiestan alteraciones en su conducta de eliminación (orinan o defecan fuera del arenero) o permanecen escondidos largos periodos de tiempo.

Atención a las intoxicaciones e ingestión de sustancias nocivas

Las fechas navideñas hay que tener especial precaución con los restos de los alimentos (huesos, espinas o cáscaras de moluscos). Las mascotas pueden coger de la basura y provocarles obstrucciones intestinales, vómitos y diarreas. «Existen alimentos muy ligados a la tradición navideña como chocolates, uvas, turrón, pasas…que son tóxicos para perros y gatos incluso en cantidades muy pequeñas. Muchas veces los perros tragan los palillos o envoltorios plásticos que acompañan algunos de los platos o bombones, y que pueden provocarles desgarros o asfixias”, indica.

Es fundamental prestar atención cuando estén cerca de objetos ornamentales como el espumillón o las cintas de regalo. En especial en el caso de los gatos, a las plantas de Pascua, de alta toxicidad si son ingeridas. Y, en las casas con niños pequeños, es importante que supervisemos las piezas pequeñas de juguetes y rellenos de peluches que los Reyes Magos y Papá Noel hayan podido dejar bajo el árbol.

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