Cuidar de la salud bucodental de los más pequeños es clave para garantizar un correcto desarrollo y aprendizaje en aspectos como la masticación y la deglución de la comida; e incluso aprender otros procesos como hablar y vocalizar de manera correcta. De esta manera, aunque se trate de dientes de leche que van a acabar cayendo, resulta primordial prestar atención a ello para prevenir caries y futuros problemas.
“Las caries que afectan a los dientes de leche por una serie de características específicas que definen a la primera dentición; pueden conducir a la pérdida dentaria de manera precoz. Las infecciones que se desarrollan por problemas en estos dientes pueden afectar a los permanentes: los dientes que permanezcan, pero tengan ese nuevo espacio a su lado, pueden desplazarse a esa posición y dificultar la erupción de la pieza definitiva. Es decir, se provocaría una torcedura o un apiñamiento muy problemático”, explica Manuela Escorial, odontóloga del departamento de Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental.
Ante esta situación, y para prevenir la aparición de caries, también en niños con dientes de leche, los especialistas recomiendan lo siguiente:
Evitar alimentos azucarados para evitar las caries
Los dulces, zumos procesados, refrescos o chucherías deben consumirse lo menos posible, pero también hay que tener cuidado con las harinas refinadas que, al metabolizarse, se convierten en azúcares que también afectan a los dientes. Hay muchos alimentos procesados dirigidos a los más pequeños que contienen una gran cantidad de azúcar enmascarado. Es fundamental que los padres se informen a través del etiquetado nutricional y los eviten en la medida de lo posible
Alimentos duros
Para fortalecer la mordida y, además, fomentar la producción de saliva, que es una barrera natural para la dentadura, se recomienda consumir alimentos con fibra que favorezcan la masticación. Además, el consumo de estos alimentos también reporta grandes beneficios en la salud general de los pequeños.
Cepillado delicado
Con la aparición de los primeros dientes es preciso tener cuidado y limpiar las encías y los dientes con una gasa empapada con la que retirar los restos de comida. Cuando la dentadura esté completa, el cepillado convencional debe ser con una mayor delicadeza en el movimiento, evitando acciones bruscas y agresivas. Para ello, existen cepillos específicos para los más pequeños que tienen un cabecero más pequeño y unas cerdas más suaves, flexibles y sensibles. Con la aparición de los primeros dientes posteriores será necesaria la utilización de la seda dental. También será fundamental la limpieza de la lengua.
Pasta de dientes adaptada
Junto al cepillado delicado, se recomienda usar una pasta de dientes que tenga la cantidad de flúor adaptada a las necesidades del niño, la concentración de flúor se adapta a la edad del paciente y a la tendencia o riesgo de caries. La cantidad está directamente relacionada con la edad y puede ir desde un grano de arroz al tamaño de un guisante, según la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP). Además, no se debe abusar de la pasta y basta con que se utilice en cada cepillado una cantidad similar al tamaño de un guisante.
Visitar al pediatra y dentista
Con la aparición del primer diente de leche en la boca es conveniente llevar al bebé al odontopediatra. Los padres recibirán pautas sobre la higiene a realizar en estas primeras etapas, consejos dietéticos y una revisión de toda la boca del bebé que asegure que está todo en orden. Acudir al odontopediatra para que el niño esté siempre bien.
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