Sanitas, en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ha presentado los resultados de su colaboración en el marco del Proyecto Aprendizaje-Servicio llevado a cabo en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPM.
El proyecto, titulado “One Health: entornos urbanos saludables para todos”, tiene como objetivo proporcionar a los estudiantes la oportunidad de trabajar en proyectos reales en el ámbito empresarial, contribuyendo así a su formación y permitiéndoles buscar soluciones prácticas a problemas complejos. En esta ocasión, Sanitas ha acogido a cuatro estudiantes de Arquitectura, quienes han centrado su Trabajo de Fin de Grado (TFG) en la línea de estudio One Health que la compañía mantiene con la universidad.
Sanitas investiga la relación entre el entorno y la salud
Los estudiantes han llevado a cabo una investigación sobre la relación entre el entorno y la salud de las personas, proponiendo mejoras para que los centros sanitarios y residencias de mayores sean más saludables. Han realizado sus investigaciones en las instalaciones de Sanitas Hospitales y Sanitas Mayores, con el objetivo de explorar cómo la planificación de entornos más saludables puede contribuir a mejorar la salud de los pacientes, residentes y trabajadores.
Durante el acto de presentación de los trabajos, Yolanda Erburu, Directora de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos de Sanitas y Bupa ELA, ha destacado la importancia de la investigación y la colaboración entre la empresa y la universidad, resaltando la protección de los ecosistemas como factor fundamental para preservar la salud de las personas. Además, ha destacado el papel de los estudiantes como futuras generaciones encargadas de crear entornos saludables a través de su experiencia y conocimiento.
Centros de Sanitas
Los TFG se han desarrollado en varios centros de Sanitas, incluyendo el Centro Residencial La Moraleja, Sanitas El Viso, Sanitas La Florida y el Hospital Virgen del Mar. Durante el proceso de investigación, los estudiantes han llevado a cabo tareas de documentación, análisis del entorno (especialmente en términos de niveles de contaminación y calidad del aire), así como encuestas y entrevistas a personal laboral, residentes y pacientes. Todo esto bajo la supervisión de las profesoras Ester Higueras y Cristina Garcia.
En cuanto a las conclusiones, todos los alumnos han propuesto medidas prácticas para mejorar la calidad de vida, como el aumento de la plantación de árboles para mejorar la calidad del aire y reducir la temperatura en verano, así como el control de la incidencia del viento en invierno. También han sugerido mejoras en los accesos y aceras para facilitar la movilidad en los entornos cercanos. Estas medidas no solo tienen un impacto físico, sino también emocional, en el bienestar de las personas.
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