Las pensiones del futuro requieren inteligencia artificial, más igualdad y productos disruptivos



Santalucía

La III Conferencia Internacional sobre “Longevidad y Soluciones para la Jubilación”, organizada por Analistas Financieros Internacionales (Afi) y el Instituto Santalucía, bajo el título “¿Pagarán los robots nuestras pensiones?” ha reunido a un grupo de expertos internacionales para debatir sobre cómo la revolución digital y la robotización impactarán en el mercado de trabajo y en los sistemas de pensiones, transformando la producción, el consumo, la formación, la distribución de la renta y las relaciones sociales y laborales.

Ante los temores pesimistas, los expertos aseguran que una interacción entre robots y trabajadores de calidad es posible si somos capaces de adaptarnos al cambio con previsión, así como la industria financiera está empezando a diseñar nuevas soluciones para la jubilación más eficientes y eficaces que incorporan los retos del futuro del trabajo y la creciente longevidad. Todos coinciden en que la jubilación del siglo XXI requiere inteligencia artificial, reducir la desigualdad y productos aseguradores disruptivos.

En esta tercera Conferencia internacional, celebrada en la sede de Afi Escuela de Finanzas, han participado el Dr. Seth G. Benzell (Post Doc en la MIT Iniciative on the Digital Economy), la Dra. Nuria Oliver (directora de investigación en Data Science de Vodafone y Chief Data Scientist en Data-Pop Alliance), Arun Muralidhar (profesor adjunto en George Washington University y CEO de AlphaEngine Global Investment Solutions y M-Cube Investments Technologies) y Christopher Mayer (profesor Paul Milstein de Real Estate en Columbia Business School y CEO de Longbridge Financial). La dirección de la jornada ha corrido a cargo de José Antonio Herce, director asociado de Afi, y en ella han intervenido también Mónica Guardado, Directora General de Afi Escuela de Finanzas, Borja Foncillas, Consejero Delegado de Afi y Rodrigo Fernández-Avello, director general del negocio de Vida y Pensiones de Santalucía.

José Antonio Herce, como moderador de la jornada, ha explicado que “todos los países afrontan un proceso de creciente longevidad al mismo tiempo que la automatización está irrumpiendo en las economías. Esto es una excelente noticia, aunque cargada de implicaciones. Por eso es una enorme satisfacción haber podido contar hoy con especialistas de gran prestigio para reflexionar sobre cómo podemos dar forma a un mejor futuro para el trabajo y la jubilación y qué nuevas soluciones aporta la industria de las pensiones para este futuro tan cercano. Solo puedo mostrar mi agradecimiento a los ponentes, así como a los más de 100 asistentes que nos han acompañado en la jornada, y a los equipos de Afi y del Instituto Santalucía. Sin el patrocinio de este último, además, este fantástico encuentro no hubiera sido posible”.

Por su parte, Rodrigo Fernández – Avello, director general del negocio de Vida y Pensiones de Santalucía, ha asegurado que “el reto que una longevidad creciente supone para nuestro cometido, como proveedores de soluciones para la jubilación, es enorme. Queremos tener algo que decir en este proceso de innovación social y de mercado al que nos hemos incorporado desde una tradición muy larga y fructífera en otros campos del aseguramiento. Esta conferencia es, en nuestra opinión, el marco ideal de reflexión, y la puerta de acceso a esa innovación que, en Santalucía, perseguimos con ahínco en todo lo que hacemos”.

Desafíos de la Revolución Digital

Seth G. Benzell explicó que la disrupción tecnológica está detrás del avance de la desigualdad que constatamos en muchos países avanzados recientemente y que, frente a ello, sin descuidar otras políticas estructurales (educación), carece de fundamento teórico poner cotizaciones o impuestos a los robots, siendo mucho más aconsejable rediseñar los mecanismos existentes de redistribución de rentas de quienes más ganan hacia quienes menos ganan, por ejemplo, mediante el uso de un esquema de Impuestos Negativos sobre la Renta que proporcionen un incentivo continuo a participar en el mercado de trabajo y compensen la volatilidad del empleo.

Nuria Oliver, por su parte, incidió en que el modelo de trabajo y de jubilación actual está obsoleto. La revolución de la Inteligencia Artificial es imparable y no deben ponérsele obstáculos. De ella depende que se compensen con ventaja los desequilibrios demográficos y de los sistemas de pensiones al permitirnos aprovechar mejor el capital de experiencia y sabiduría de las generaciones mayores. Pero la clave para que este enorme avance sea tan productivo para la sociedad como todos esperamos es que se haga un esfuerzo masivo en educación a todos los niveles. Incluida la educación en habilidades emocionales que ayuden a todas las generaciones a la necesaria alianza entre los seres humanos y las mil formas que adoptará la inteligencia artificial para así lograr “apalancar” la inteligencia humana y aumentarla en dimensiones deseables. La ganancias de productividad derivadas de la revolución digital deben utilizarse también para financiar esquemas de redistribución que reduzcan la desigualdad.

Arun Muralidhar expuso una amplia perspectiva de los avances en computación aplicada al diseño de productos para la jubilación y asesoramiento automatizado. Siendo estas bases muy necesarias para aumentar la eficiencia de estas soluciones, enfatizó, sin embargo, la necesidad de concebir productos mucho más comprensibles para los ciudadanos y, especialmente, adaptados a sus condiciones de esperanza de vida y necesidades durante la jubilación. Entre ellas, los bonos que regularmente emiten los Tesoros soberanos de los principales países debidamente rediseñados (SeLFIES) para resolver problemas que ahora son inabordables para las variedades existentes, como son la provisión de rentas adecuadas y seguras de jubilación. Estas soluciones requieren, no obstante, de un cambio profundo en la forma en la que hoy se entiende la teoría financiera convencional, errónea en muchos aspectos.

Finalmente, Christopher Mayer abundó en la necesidad de reformar profundamente las bases financieras de nuestros modelos previsionales. Focalizó especialmente las ingentes inversiones de la sociedad, especialmente la española, en activos inmobiliarios, evidenciando una serie de problemas estructurales, de percepción y reputacionales a la hora de convertir estos activos en flujos de renta para la jubilación que ayudarían decisivamente a la sostenibilidad y suficiencia de las pensiones. Aportó innovadoras ideas acerca de cómo hacer que los imperfectos e impopulares productos actuales (hipotecas inversas) puedan convertirse en soluciones responsables y eficaces para una desinversión ordenada en los activos inmobiliarios en beneficio de sus propietarios durante su jubilación.

En el conjunto de intervenciones quedó patente que no solo no hay que tener miedo a “los robots” (la digitalización), sino que hay que potenciar el uso de la tecnología basada en la Inteligencia Artificial haciendo, además, lo necesario para beneficiarse de su enorme potencial y, de esta manera, impulsar los millones de nuevos puestos de trabajo de calidad que podrían crearse de su mano.

Protegiendo mediante esquemas de redistribución sensatos a los posibles perdedores de este proceso de transformación. Así, lograríamos preservar los principios básicos de los sistemas de generación de activos y derechos suficientes y sostenibles de cara a la jubilación; en el seno de cuyos sistemas también deberían impulsarse nuevas soluciones para la jubilación, pues la revolución digital está dejando obsoletos los modelos laborales y de retiro, como las “hipotecas inversas responsables” y los “bonos-pensión” (SeLFIES), complementados con seguros de longevidad de “última milla”, entre otras soluciones.

Según, José Manuel Jiménez Rodríguez, director del Instituto Santalucía, “es un honor para el Instituto Santalucía haber recogido el testigo del patrocinio de esta conferencia, gracias a la cual hemos podido profundizar más en los retos a los que la sociedad y los sistemas económicos se enfrentan y las adaptaciones que individuos, instituciones y la propia industria deben afrontar. Nuestro compromiso seguirá estando en promover la educación financiera y en la búsqueda de soluciones para que los ciudadanos tengan una jubilación digna y tranquila, en el exigente contexto que nos marca la creciente longevidad”.

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