El objetivo de la práctica de deportes de invierno inclusivos es disfrutar del ejercicio físico impulsando valores como el respeto, la inclusión y la empatía.
Los deportes de invierno también pueden realizarse de manera inclusiva. Es decir, entre personas con y sin discapacidad.
“Todos sabemos que el deporte proporciona gran cantidad de beneficios físicos, mentales y emocionales. Pero cuando se realiza de manera inclusiva, estas ventajas se potencian al incorporarse aspectos como el respeto por las diferentes capacidades, la admiración y el aumento de la autoestima. Estas actividades son perfectas para realizarse en familia”, explica Javier Pérez, director de la Cátedra Fundación Sanitas de Estudios sobre deporte Inclusivo.
Sentimiento de pertenencia al grupo
Uno de los beneficios generales que aporta la práctica del deporte inclusivo en familia es un mayor sentimiento de pertenencia al grupo por parte de las personas con discapacidad. También la mejora de la imagen de sí mismos, el aumento de la empatía de niños sin discapacidad hacia sus compañeros.
Ejemplos de deportes de invierno inclusivos y en familia
Esquí. Las estaciones de esquí invierten cada vez más en instalaciones accesibles. Ofrecen la posibilidad de acudir a cursillos con monitores especializados en pedagogía para personas y niños con discapacidad y proporcional el material.
Snowboard. Como ocurre con el esquí, este deporte también puede practicarse de manera inclusiva. Existen las instalaciones y el material adecuado para aprender.
Raquetas por la nieve. Es posible realizar excursiones específicas para personas con y sin discapacidad. El diseño de las rutas es un poco diferente y tiene en cuenta la dificultad del camino y la pendiente.
Para conocer propuestas concretas se puede consultar el programa Deporte Inclusivo en la Escuela: deportes de invierno inclusivos, deportes inclusivos en el medio natural.
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