El seguro mundial se recuperará con fuerza de la recesión por COVID-19

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Según el último informe sigma de Swiss Re Institute, el sector del seguro superará la recesión económica mundial provocada por la COVID-19 este año. La contracción económica más aguda desde los años 30 ocasionará la caída de la demanda de seguro en 2020, mucho mayor en productos de vida, con una contracción prevista del 6% de las primas globales, que en coberturas de no vida (-0,1%).

Sin embargo, el volumen total de primas regresará a los niveles anteriores a la crisis ya en 2021, en paralelo con una recuperación más prolongada de la economía mundial. Habrá divergencia entre sectores, con un volumen de primas de no vida por encima de los niveles anteriores a la crisis, y de vida por debajo.

China, motor de la recuperación del seguro mundial

Las economías emergentes, encabezadas por China, sustentarán el resurgimiento del mercado del seguro. “El sector del seguro está mostrando resiliencia frente al revés económico provocado por la COVID-19”, declaró Jerome Jean Haegeli, jefe economista del Grupo en Swiss Re. “La magnitud de las pérdidas de primas será similar a la experimentada durante la crisis económica mundial de 2008-2009, aunque la contracción económica de aproximadamente el 4% de este año será mucho más severa. Está previsto que las primas de seguro, a diferencia de la economía mundial, experimenten una fuerte recuperación en V, una extraordinaria perspectiva considerando que el mundo está actualmente sumido en la recesión más profunda experimentada en los últimos años”.

Las primas del seguro mundial caerán un 6% en 2020

La recesión de este año será la más profunda desde la Gran Depresión de la década de 1930, pero también será la más efímera. La recesión provocará una caída en picado de la demanda de seguro. Después de crecer un 2,2% en 2019, está previsto que las primas globales disminuyan un 6% en 2020.

Debido a las bajas tasas de interés vigentes, los productos de ahorro se verán más afectados, mientras que las coberturas relacionadas con mortalidad permanecerán más estables. El sector de no vida tendrá mejor suerte. Se cree que las primas globales se mantendrán prácticamente invariables (-0,1%) tras haber crecido un 3,5% en 2019. Una de las principales razones de esta mejor evolución en no vida es que la crisis de la COVID-19 ha golpeado al sector en un momento de endurecimiento de las tarifas, lo que ha favorecido el crecimiento de las primas. Las primas de ramos de seguro relacionados con viajes y comercio, como marítimo, aviación y crédito, serán las más afectadas. El ramo médico, así como el de daños tendrán mayor estabilidad.

Asia emergente, liderada por China, apoyará la resiliencia del mercado en 2021

Swiss Re Institute estima que el volumen total de primas (vida y no vida) en los mercados avanzados se contraerá un 4% este año y retornará a un crecimiento positivo de más del 2% en 2021. En los mercados emergentes, el crecimiento de las primas seguirá siendo positivo en los dos años, del 1% en 2020 y del 7% en 2021.

El seguro absorberá el impacto sobre los beneficios

Existe una incertidumbre excepcional sobre el coste final de la siniestralidad derivada de la pandemia. Con un punto medio del rango de las estimaciones actuales de varias fuentes externas y públicas de alrededor de 55 000 millones de dólares. El sector del seguro está muy bien capitalizado para absorber pérdidas.

La posición de capital del sector indica que debería ser capaz de gestionar el impacto de la COVID-19. El límite superior del rango de las estimaciones de siniestros totales de daños y accidentes de la mayoría de análisis de seguro externos es de 100 000 millones de dólares. Una escala similar a las pérdidas causadas por los huracanes Harvey, Irma y María en 2017, que la industria también absorbió”, declaró Haegeli.

La experiencia de la COVID-19 pone de relieve la importancia de la provisión de seguro para pandemias. Es una lección para las aseguradoras y los legisladores, quienes en aras de una estabilidad económica y social a largo plazo deberían procurar el desarrollo de más soluciones de asociación público-privada para los riesgos de pandemia”.

El desafío de la rentabilidad

La crisis de la COVID-19 supondrá un desafío para la rentabilidad del sector. Además de las pérdidas relacionadas con la pandemia, los rendimientos de la inversión seguirán siendo contenidos mientras se mantengan las bajas tasas de interés, lo que afectará al sector de vida y a los ramos de cola larga de no vida.

El aumento de los impagos corporativos podría ocasionar pérdidas en activos invertidos. En vida, los pagos de siniestros relacionados con la COVID-19 probablemente tendrán un impacto limitado. Pero la caída de las ventas y los ingresos por comisiones debido a la restricción de las interacciones en persona como consecuencia de las medidas de confinamiento impuestas para contener la propagación del coronavirus, pesarán este año sobre los beneficios.

Por otro lado, la COVID-19 ha sacudido al sector en un momento de endurecimiento de las tarifas en no vida, una tendencia que es probable que continúe entre pérdidas potencialmente altas y contracción de la provisión de seguro, particularmente en ramos comerciales. Esto, y la esperada recuperación de la demanda de seguro, respaldarán los beneficios a largo plazo. La experiencia de la crisis económica y sanitaria de este año aumentará la conciencia de riesgo y la demanda de protección de riesgo en muchos ramos de negocio.

El azote de la COVID-19 probablemente también acelerará otros cambios de paradigma. Como una reestructuración de las cadenas de suministro mundiales para mitigar los riesgos de interrupción de negocio futuros. Dando lugar a nuevos grupos de primas en seguro de daños, ingeniería y caución.

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