El Deportivo Alavés ha dado comienzo a su pretemporada con la realización de un reconocimiento médico-deportivo de alta competición a los jugadores del primer equipo en el Centro Médico IMQ Amárica de Gasteiz.
Los jugadores que han pasado por el centro han sido Fernando Pacheco, Rubén Duarte, Javi López, Jason Remeseiro, Toni Moya, Antonio Sivera, Mamadou Sylla, Luis Rioja, Borja Sainz, Xeber Alkain, Florian Lejeune, Miguel De la Fuente, Jesús Owono, José Luis Rodríguez, Abde Rebbach, Antonio Perera, Adrián Rodríguez, Abdel Abqar, Salva Sevilla, Abdallahi Mahmoud, Alex Balboa, Stephane Keller, Marc Tenas, Imanol Baz, Nahuel Tenaglia, Alan Godoy y Unai Ropero.
El reconocimiento en IMQ
La jornada ha comenzado a las 8:00 horas, con una analítica en el servicio de Enfermería del centro médico. A partir de ahí y por orden de dorsal, los albiazules han sido individualmente atendidos por las doctoras María Sagasti y María Jesús García, especialista en medicina deportiva y cardióloga, respectivamente, del Centro Médico Amárica de IMQ, aseguradora médica oficial del Deportivo Alavés desde 2013. Los resultados de las pruebas practicadas se le han dado a conocer inmediatamente al doctor Alberto Fernández, médico del Deportivo Alavés, para su valoración in situ.
Por lo que se refiere al reconocimiento médico de alta competición, este ha incluido la realización de una ecocardiografía, con el fin de ampliar el estudio de los jugadores y detectar posibles cardiopatías que pueden pasar desapercibidas en la exploración y la prueba de esfuerzo, explica la compañía en un comunicado.
Valoración de la salud de los jugadores
Además de lo anterior, y a petición del Dr. Fernández, se ha practicado una valoración en reposo de los jugadores (auscultación cardiaca, auscultación pulmonar, electrocardiograma en reposo y medición de la tensión arterial). A continuación, los babazorros han realizado una ergometría o prueba de esfuerzo, que tal y como explica la Dra. María Sagasti, se basa en “un electrocardiograma monitorizado en el que podemos ver la frecuencia cardiaca en reposo; transicional durante los diferentes niveles de esfuerzo. Y en recuperación”. A lo que añade que se ha realizado “al 85% de frecuencia cardiaca teórica máxima, que es de 220 latidos por minuto menos la edad del jugador, aunque dependiendo del deportista estamos llegando a máximos”.
El Centro Médico IMQ Amárica cuenta con tecnología puntera en el ámbito de la Medicina Deportiva; así como con médicos especialistas, profesionales de las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, junto con otros de Rehabilitación.
Fuente: IMQ
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