La entrada en vigor de la Ley de Vivienda el pasado 28 de abril ha tenido un impacto significativo en el mercado del alquiler en España. Uno de los efectos más notables es el aumento de la contratación de seguros de alquiler, que se ha disparado un 10% en septiembre con respecto al mismo mes de 2022.
Según el Observatorio Español del Seguro de Alquiler (OESA), el aumento de la contratación de seguros de alquiler se debe a la inseguridad jurídica y a los vacíos legales que ha generado la nueva ley. Los propietarios buscan una garantía que les proteja en caso de impago de rentas, daños en la vivienda o incumplimiento del contrato por parte del inquilino.
Seguros de alquiler con coberturas más amplias
Los propietarios optan cada vez más por contratar seguros de alquiler con coberturas más amplias, que pueden llegar a cubrir hasta 18 meses y proteger contra cualquier incidencia desde el primer día, en caso de no incluir franquicia. Otorgan mucha importancia a la selección del inquilino mediante el uso del scoring proporcionado por los seguros, lo que reduce notablemente la posibilidad de siniestralidad. Esto se refleja en que los casos de vulnerabilidad de inquilinos en el alquiler con seguro son prácticamente inexistentes cuando se trata de grandes tenedores. Los propietarios también valoran positivamente que los seguros contra impago de alquiler mantengan precios muy competitivos, oscilando entre el 3,5% y el 5% de la renta anual.
Los seguros de alquiler ofrecen una cobertura integral que incluye, entre otros, los siguientes servicios:
- Impago de rentas. El seguro cubre el importe de las rentas impagadas durante un periodo de hasta 18 meses.
- Daños en la vivienda. El seguro cubre los daños causados a la vivienda por el inquilino, ya sean accidentales o intencionados.
- Incumplimiento del contrato. El seguro cubre los gastos derivados del incumplimiento del contrato por parte del inquilino, como la devolución de la fianza o el desahucio.
Nuevos efectos de la Ley de Vivienda
Además del aumento de la contratación de seguros, la Ley de Vivienda está provocando otros efectos en el mercado del alquiler, como el aumento de los contratos de temporada.
Los contratos de temporada son aquellos que duran menos de 12 meses o que tienen fechas cerradas de entrada y salida. Estos contratos escapan de los preceptos regulados por la Ley de Vivienda, por lo que no tienen topes de precio.
La nueva ley también dificulta la renovación de contratos, ya que el inquilino tiene derecho a una prórroga de un año. Esto está provocando que algunos propietarios decidan no renovar los contratos, con la intención de hacer un nuevo contrato con una renta superior.
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