¿Puede la digitalización cerrar las brechas de salud, equidad y género que dificultan el acceso a la sanidad?
Las diferencias entre hombres y mujeres tienen un impacto significativo en la salud. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud de mujeres y niñas es motivo de especial preocupación a causa de la discriminación y las barreras sociales a la que casi todas las sociedades tienen que hacer frente.
¿Cómo afectan los sesgos de género al diseño, las recomendaciones y la implementación de políticas sanitarias?
¿Puede la salud digital ayudar a superar estos retos o lo hace más difícil?
Estas fueron algunas de las cuestiones abordadas en el seminario web Exploring the nexus between health, equity, and gender. Organizado por el clúster global de universidades del objetivo de desarrollo sostenible y la UOB, Salud, equidad y género contó con la participación de insignes personalidades del ámbito científico e investigador. Intervinieron también profesionales expertos en diferentes áreas de la salud.
Claves en la relación entre igualdad de género, equidad, acceso a los servicios sanitarios y salud digital
Estas son, según los expertos, las claves en la relación entre igualdad de género, equidad, acceso a los servicios sanitarios y salud digital.
La desigualdad de género afecta a la salud de las mujeres
Aunque los factores socioculturales varían mucho entre países, la desigualdad afecta a la salud de las mujeres, tanto en términos de acceso a los servicios sanitarios como en términos de vulnerabilidad y exposición a las enfermedades.
En el caso concreto de Indonesia, Retna Siwi puso el ejemplo de cómo los roles sociales de género impactan en el acceso a la salud. Las mujeres, encargadas del bienestar doméstico, no priorizan sus tratamientos por sus responsabilidades domésticas y se sienten egoístas si ponen sus necesidades por delante de las de su familia.
Lecciones de la pandemia para las próximas crisis
Las mujeres han sido las grandes cuidadoras en los dos años de pandemia. Por un lado, experimentaron un incremento de las cargas domésticas que, en muchos casos, afectó a su carrera profesional y a su salud física y mental. Por otro lado, muchos de los empleos más expuestos al COVID-19 tienen una importante presencia femenina, como los del sector de los cuidados y el sanitario o los de atención al público.
«En muchos sentidos, las mujeres han sido abandonadas durante la pandemia y eso está teniendo y tendrá consecuencias durante años en su salud física y mental y en el desarrollo de los niños», señala Hannah Dahlen.
La salud digital para cerrar la brecha de acceso
La tecnología y las redes de comunicación móviles han permitido el auge de la atención sanitaria digital y en remoto en los últimos años. Estas herramientas pueden servir para ampliar el acceso a la salud, reducir los costes de hacerlo y cerrar la brecha de género y la desigualdad.
Los expertos coinciden en que la implementación de la salud digital también presenta desafíos a los que se debe dar respuesta. Por ejemplo, la salud digital podría implicar externalizar parte de los costes a las familias o acentuar las brechas relacionadas con las habilidades digitales.
Además, al reducir la interacción visual y limitar las conversaciones, se puede ver afectado el nivel de confianza que se crea entre paciente y profesional sanitario. Y el uso diferencial que hombres y mujeres hacen de internet y otros sesgos motivados por factores socioeconómicos, geográficos, de edad, de género o de nivel de estudios deben tenerse en cuenta en el diseño y en la implementación de intervenciones de salud digital.
Superar estas brechas es un reto global.
Este seminario web se enmarca en las acciones para lograr el objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 3, que busca garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
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