Smart Working, la nueva revolución laboral



Smart Working

La libertad de horarios y la movilidad son algunas de las ventajas del Smart Working, que supone importantes retos desde el punto de vista legal

El panorama laboral no deja de evolucionar. En plena transformación digital, la forma de trabajar y entender el trabajo está cambiando. Las empresas deben adaptarse a las nuevas tecnologías para que los empleados se sientan más satisfechos, motivados y productivos.

Gracias a Internet, hoy se puede acceder a todos los sistemas de información que ofrece la compañía. Esto ha dado lugar a la aparición de nuevas metodologías de trabajo como el Smart Working: proporcionar al trabajador todas las herramientas necesarias para alcanzar su máximo rendimiento profesional en cualquier lugar. Según el INE, solo el 27% de las empresas de España permite a sus trabajadores teletrabajar.

Esta forma inteligente de teletrabajar, como la denominan ya algunos expertos, implica a su vez importantes retos desde el punto de vista legal. Retos que recoge el Memento Social, una obra de la editorial jurídica Lefebvre-El Derecho donde no sólo se agrupa toda la información laboral, también se realiza un estudio profundo de las novedades normativas, incluyendo un apartado específico dedicado al trabajo a distancia.

Para José Ángel Sandín, consejero delegado de Lefebvre-El Derecho, “la empresa tiene que dar confianza al trabajador para que realice su trabajo adecuadamente. De hecho, el smart working está basado en la confianza, en que el trabajador tenga claro cuáles son sus objetivos, se mide más el performance y no las horas trabajadas”. Esta es una de las claves para poner en marcha este nuevo modelo de trabajo. “Tiene que haber una coordinación perfecta entre empresa y trabajador y un esfuerzo de ambos para que sea posible desarrollar la actividad a distancia”, insiste Sandín.

La implantación de esta nueva forma de trabajar supone un reto tanto para las empresas como para los trabajadores y ofrece varias ventajas:

  • Movilidad: permite decidir dónde quieres trabajar, desde la sala de una cafetería o aeropuerto hasta en un despacho en casa.
  • Trabajar en equipo a distancia: a día de hoy existen diferentes herramientas tecnológicas que permite trabajar en equipo optimizando el tiempo, los recursos y el proceso de ejecución.
  • Tecnología: internet es la clave. Permite el acceso a documentos e información en cualquier momento y desde cualquier lugar ofreciendo flexibilidad a través de los múltiples dispositivos.
  • Libertad de horarios: permite al empleado disponer de una mayor organización de su tiempo, por lo que se mejora la conciliación de la vida laboral con la vida personal, lo que suele ser muy valorado.

Tal implantación tiene que darse dentro de un marco normativo y formalizarse por escrito.

En España, importantes empresas como Orange, Microsoft o la propia Lefebvre-El Derecho — pionera en este ámbito desde 2005, obteniendo el reconocimiento de “empresa flexible”— ya han apostado por el Smart Working. Los resultados son claros: mayor eficiencia, mayor rendimiento en el trabajo y mayor conciliación con la vida personal.

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