Si quieres llevar tu patinete eléctrico a todas partes, Zurich Klinc te da las claves para subirlo al avión.
Subir al avión un patinete eléctrico suele ser una fuente de conflictos. La mayoría de aerolíneas no permiten llevarlo como equipaje de mano y dificultan también su facturación.
La seguridad es la causa
¿El motivo principal? La seguridad: los vehículos de movilidad personal suelen llevar baterías de litio con una gran capacidad para almacenar energía. Si sufren sobrecalentamiento podrían arder e incluso explotar. Aun así, en algunos casos se permite su transporte en aviones de carga, siguiendo una normativa muy estricta.
Zurich Klinc ofrece las claves para facturar el patinete eléctrico en caso de viajar en avión.
Cómo facturar un patinete eléctrico
En primer lugar, hay que contactar con la aerolínea para confirmar que puede acompañarte en el viaje.
En caso de que la compañía permita transportar patinetes eléctricos en la bodega será importante:
- Desmontar y envolver las piezas extraíbles por separado.
- Extraer el aire de las ruedas en caso de que sean inflables.
- Empaquetar las piezas en una caja con las características concretas especificadas por la aerolínea.
- Forrar y fijar con cinta adhesiva las partes que sobresalgan de la caja.
- Asegurar que la batería esta descargada o al % máximo que permite la aerolínea.
Preparar y presentar los documentos de fábrica del patinete.
Ya en destino no hay que olvidar
- Consultar la normativa de la ciudad a visitar.
- El casco: en la mayoría de las ciudades es obligatorio.
- Planificar con antelación los trayectos y asegurar que el patinete tiene suficiente batería.
- Llevar una bolsa de transporte que permita guardar el patinete sin dejarlo a la vista, moverlo con facilidad y evitar que se dañe.
- Evitar cargar el vehículo en lugares donde no haya una temperatura mínima de 10ºC. En caso de necesitar cargar la batería al llegar del exterior es recomendable esperar una media hora para que se recupere una temperatura media adecuada.
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