Protección solar, hidratación y pasear son la clave para disfrutar de la playa con personas mayores de forma segura.
El mar y la playa aportan numerosos beneficios físicos. Además, sirve de terapia natural para mejorar la calidad de vida de las personas, especialmente la de los mayores.
Huesos fuertes y piel sana
“Tomar el sol de forma moderada y con protección aporta vitamina D y fortalece los huesos. El agua del mar tiene propiedades curativas, hidrata la piel, elimina durezas y ayudar a curar heridas. Asimismo, la playa sirve como un elemento natural para luchar contra el insomnio y otras alteraciones del sueño”, comenta David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores.
Consejos para pasar un día de playa con personas mayores de manera segura
- Es recomendable que vayan acompañadas de un adulto y se respeten siempre las indicaciones de los socorristas.
- Los baños, siempre con bandera verde, cerca de la orilla, en zonas poco profundas y con poco volumen de olas. Salir si se encuentra cansado o con sensación de frío.
- Aclimatarse progresivamente a la temperatura. No bañarse de manera inmediata tras llegar a la playa.
- No visitar la playa en las horas centrales del día. Es cuando existe más riesgo de deshidratación o insolación. Nunca ir de noche: es peligroso porque no suele haber vigilancia.
- Protegerse del sol con el máximo factor posible y permanecer la mayor parte del tiempo en la sombra.
- Dar paseos de manera recurrente para estirar las piernas. No permanecer mucho tiempo sentado es clave para cuidar la salud corporal y evitar problemas musculares.
- Hidratarse con frecuencia y consumir frutas que aportan agua, vitaminas y minerales necesarios para combatir la sequedad.
Siguiendo estos consejos se podrán conseguir beneficios como el alivio del estrés, aumentar la capacidad de combatir infecciones y reducir la inflamación y el dolor gracias al agua salada.
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