La contaminación acústica se posiciona como la segunda mayor amenaza ambiental en Europa, solo después de la contaminación del aire, según el informe presentado en el Día Mundial de las Ciudades por DKV, GAES y ECODES en su Observatorio de Salud y Medio Ambiente. Se estima que al menos una de cada cinco personas en Europa está expuesta a niveles de ruido perjudiciales para la salud.
En el marco del Día Mundial de las Ciudades, DKV, GAES y ECODES han lanzado la última edición del Observatorio de Salud y Medio Ambiente bajo el título “Ruido y Salud”. El informe revela los profundos efectos de la contaminación acústica en la salud de las personas y en el medio ambiente, estableciendo el ruido como la segunda mayor amenaza ambiental en Europa después de la contaminación del aire.
El proyecto de DKV
El Observatorio de Salud y Medio Ambiente, un proyecto que se inició en 2008 con el objetivo de acercar conocimientos científicos al público en general, ha explorado previamente el impacto del ruido en la salud en 2011, 2014, 2015 y 2017, enfocándose en Barcelona y Madrid, las dos ciudades más grandes de España. Sin embargo, en esta edición, el alcance se ha ampliado para analizar cómo el ruido afecta tanto a las personas como al planeta, así como para exponer la situación acústica de las principales ciudades del país.
Según el informe presentado, el ruido es mucho más que una mera molestia. Se ha convertido en el segundo factor más significativo en la carga ambiental de enfermedades en Europa, después de la contaminación del aire. La contaminación acústica se deriva en gran medida del tráfico rodado, y se prevé que los niveles de ruido aumenten en la próxima década, tanto en áreas rurales como urbanas debido al crecimiento de las ciudades y la mayor demanda de movilidad. Actualmente, aproximadamente el 20% de la población de la Unión Europea está expuesta a niveles de ruido perjudiciales para la salud.
Los efectos del ruido en la salud
Los efectos de la exposición al ruido van más allá de la pérdida auditiva, incluyendo alteraciones del sueño, enfermedades cardíacas, problemas mentales, complicaciones en el nacimiento y un menor desarrollo cognitivo en niños, entre otros. Sin embargo, es importante destacar que la susceptibilidad a estos efectos varía según la edad, el género, el estilo de vida y las condiciones de salud preexistentes de las personas.
De acuerdo con la Agencia Europea del Medio Ambiente, la exposición continua al ruido ambiental provoca 12,000 muertes prematuras y contribuye a 48,000 nuevos casos de enfermedad cardíaca isquémica al año en Europa. En España, se estima que los niveles excesivos de ruido afectan la salud de 12 millones de personas durante el día y 9.5 millones durante la noche, siendo el tráfico rodado responsable del 80% de la contaminación acústica en las ciudades. Anualmente, el ruido ambiental causa al menos 1,100 muertes prematuras y 4,100 hospitalizaciones en España.
Concienciar a los más jóvenes
Para abordar esta creciente amenaza, es fundamental concienciar a las personas, especialmente a las generaciones más jóvenes, sobre los efectos del ruido en la salud auditiva. El proyecto “Oyeah! Listen Responsibly” de GAES busca educar a los estudiantes sobre la importancia de practicar la escucha responsable, prevenir la exposición innecesaria al ruido y establecer límites en el volumen de los dispositivos de audio. La enseñanza desempeña un papel crucial en la promoción de una buena salud auditiva a lo largo de la vida.
Además, este informe destaca la importancia de un enfoque “One Health” que considere la interconexión entre la salud humana, la de los animales y la del medio ambiente. La contaminación acústica se relaciona con otros problemas ambientales, como la contaminación del aire y la resistencia a los antimicrobianos. Abordar estos desafíos de manera integral es fundamental para mejorar la salud pública y reducir las desigualdades en salud.
Recomendaciones
El Observatorio de Salud y Medio Ambiente ofrece 20 recomendaciones para promover un entorno más silencioso y saludable, que incluye medidas como prestar atención al ruido que generamos, evitar lugares ruidosos, limitar el volumen de la música, proteger adecuadamente la audición y fomentar la conciencia sobre la importancia de mantener entornos sonoros beneficiosos para todos.
Este informe destaca la necesidad urgente de abordar la contaminación acústica y sus efectos en la salud, y cómo un enfoque integral puede beneficiar tanto a las personas como al planeta. La lucha contra el ruido excesivo se convierte en un elemento clave para preservar la salud y el bienestar de todos los seres vivos.
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