El número de parados de larga duración crece en nuestro país por quinto trimestre consecutivo. Representan ya el 30% de los desempleados.
Mientras el número total de parados es de 2,92 millones (624.400 menos que un año antes), se cuentan 954.400 desocupados de larga duración (16.600 más que hace un año). Son datos del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo.
Seniors, escasa cualificación, paro estructural
La primera conclusión relevante del mismo se refiere al aumento del número de parados de larga duración. Un problema que, en palabras de Javier Blasco, director de Adecco Group Institute, “responde normalmente, bien a colectivos de todas las edades y con escasa cualificación, bien a prejuicios sobre el potencial del candidato senior, independientemente de su cualificación, o bien a territorios con bajas tasas de desempleo donde existen bolsas de paro estructural”.
Seguridad en el empleo: más paro de larga duración
El Monitor Adecco trata el concepto de Seguridad en el empleo en un sentido amplio. Abarca la siniestralidad, la cobertura de la prestación por desempleo, la magnitud del paro de larga duración y el tiempo necesario para volver a encontrar un empleo.
No obstante, el colectivo de desocupados de corta duración se ha reducido, permitiendo que el número total de personas sin empleo siga descendiendo. En todo caso, es destacable que desde 2014 no se producían cinco trimestres consecutivos con aumentos en el número de parados de larga duración.
Las autonomías aumentan su proporción de parados de larga duración
Diez comunidades replican la dinámica general, con un aumento en la cantidad de parados de larga duración, simultáneo a un retroceso en el paro de corto plazo. En todas las demás se han reducido ambos grupos de parados, aunque en menor medida el de parados de larga duración (de ahí que crezca la proporción de parados de larga duración dentro del total).
Pese a un fuerte incremento de 5,8, Baleares continúa siendo la comunidad con menor proporción de parados de larga duración (19,5%). Le siguen Aragón (22,5%; +3,6 p.p.) y Cataluña (25%; +6,5 p.p.). Son las únicas regiones con un 25% o menos de paro de larga duración.
Hay ocho autonomías que tienen una proporción mayor al 30%. Asturias encabeza las posiciones (37,7%; +13,1 puntos porcentuales), seguida por Canarias (32,9%; +6,2 p.p.). Andalucía se sitúa en tercer lugar, con un 32,8% (+4,4 p.p.).
Más siniestralidad laboral
La siniestralidad laboral continúa su tendencia ascendente iniciada en 2014. Tras la pausa de 2020, en el segundo trimestre de 2022 se ha producido un incremento interanual de un 11,6%, que eleva la siniestralidad hasta 66,6 accidentes que causaron baja cada 10.000 ocupados. Es el dato más alto desde marzo de 2020.
Conflictividad laboral
El número de huelgas se ha incrementado ligeramente, hasta 11,8 conflictos cada 100.000 empresas. Esto es un 0,6% más que en el segundo trimestre de 2021. En la práctica, esta variable está estabilizada desde hace cinco trimestres en torno a 12 huelgas por trimestre cada 100.000 firmas. Sin embargo, la cantidad de conflictos ha aumentado en 14 autonomías. Encabezan la lista La Rioja, Canarias y Extremadura. Han disminuido en Andalucía, Navarra y Asturias.
Trabajadores participantes en huelgas
La cantidad de trabajadores participantes en huelgas en el segundo trimestre ha disminuido un 13,1% interanual. Una mayor cantidad de huelgas junto con una reducción de los participantes en las mismas sugiere que, de media, cada conflicto ha tenido un seguimiento menor. En el segundo trimestre de 2022 se han contado 28,7 huelguistas cada 10.000 ocupados.
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