El seguro de vida prevé crecer un 5% en 2018



El sector necesita encontrar soluciones atractivas para fomentar el ahorro sistemático

V.M.Z.- Seguros

La recuperación económica y la posible subida de los tipos de interés a medio plazo hacen que el sector asegurador se muestre optimista acerca del desarrollo del seguro de vida en 2018. Andrés Romero, director general de Santalucía, auguró en la Jornada de Perspectivas de Icea que el seguro de vida riesgo podría cerrar el año con un crecimiento del 5% y del 4% para el segmento de vida ahorro.

Estas cifras contrastan con el resultado obtenido por el ramo de Vida en 2017. El volumen total de primas alcanzó los 29.401 millones de euros, un 5,57% menos que el volumen de negocio registrado en 2016, un año que el sector considera de récord.

Las primas de vida riesgo subieron apenas un 0,04%, hasta alcanzar los 4.207 millones; en el caso del seguro de vida ahorro, las primas descendieron un 6,45%, hasta alcanzar los 25.194 millones de euros. José Antonio Sánchez, director general de Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (Icea) ha señalado que, a pesar de esta disminución de las primas, 2017 ha sido un buen año para el seguro de vida, especialmente para el ahorro gestionado, que crece un 3,21% hasta superar los 183.500 millones de euros.

En este sentido, Sánchez recordó que en 2016 se dio un importante crecimiento de la contratación de seguros de vida a prima única. Esta contratación no se ha vuelto a producir en 2017, pero el ahorro aportado se ha mantenido en el sistema. Además, el crecimiento del ahorro gestionado se ha producido en un entorno financiero complicado, por los tipos de interés que se mantienen al 0% y porque el 80% de las inversiones se realizan en renta fija.

Mejora el ahorro gestionado y la rentabilidad del ramo

En este contexto, las aportaciones fueron superiores a las prestaciones y los rescates. En este sentido, los rescates ascendieron a 8.267 millones de euros, las prestaciones los 9.972 millones de euros y el rendimiento financiero de la cartera supuso un ingreso de 4.163 millones. Todas las líneas de productos de vida ahorro mejoraron en 2017, excepto los planes de previsión asegurada (PPA), que registraron un descenso del 2,6%.

En su intervención, el secretario general de Icea señaló la mejora en la rentabilidad del ramo de vida. Con datos al cierre del tercer trimestre de 2017, el resultado técnico mejoró 0,3 puntos porcentuales, alcanzando el 1,4%, con un resultado de 595 millones de euros, un 31,7% más.

El seguro de vida supone el 46,4% de las primas facturadas y el 54,6% del beneficio, de acuerdo con los datos del tercer trimestre de 2017.

Continúa la brecha del ahorro a largo plazo

Una de los principales retos del sector asegurador es potenciar el ahorro a largo plazo. De acuerdo con los datos de Inverco, el 16,8% del ahorro de las familias españolas se destina a seguros y fondos de pensiones. La media de la UE es del 38%.

Esto demuestra que el seguro de vida tiene un amplio potencial de crecimiento en el mercado español, pero se encuentra con algunas barreras, como la preferencia de la población de destinar la mayor parte de su capacidad de ahorro a la adquisición de una vivienda.

Andrés Romero recordó en la jornada el papel del seguro en la sostenibilidad del Estado del Bienestar en materia de previsión social y dependencia. La evolución demográfica y el aumento de la esperanza de vida unida a la reducción paulatina de la tasa de sustitución de las pensiones públicas, que en 2060 se situará en el 50% frente al 86% actual, hacen imprescindible el fomento del ahorro complementario.

Pero para ello es imprescindible que los contribuyentes tengas acceso a información clara y transparente acerca de las expectativas de cobro de su pensión pública de jubilación.

Por su parte, el sector asegurador debe desarrollar productos atractivos que permitan acompañar a los asegurados a lo largo de su ciclo de vida. La elevada esperanza de vida de los españoles –los nacidos en 2061 tendrán una esperanza de vida cercana a los 90 años- obligará a desarrollar productos para la denominada cuarta edad, incluyendo soluciones específicas para el riesgo de dependencia.

Y todo esto, recuerda el director general de Santalucía, debe hacerse en un entorno cada vez más digitalizado.

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