Consejos de Cigna para evitar la ansiedad económica

Consejos de Cigna para evitar la ansiedad económica

La ansiedad económica o estrés financiero es una realidad presente durante todo el año que se amplifica, sobre todo, en enero.

A los elevados gastos de diciembre se suma la vuelta a la normalidad tras el periodo navideño, lo que puede tener un impacto negativo en la salud emocional y económica y convertir el mes de enero en el más largo del año.

A nivel nacional, cerca del 40% de la población califica como mala o muy mala su situación económica, tal y como señala el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Asimismo, según el nuevo estudio Cigna 360-Vitality, España obtiene una puntuación de 24/100 con respecto al bienestar financiero, muy por debajo de los niveles óptimos. Este último estudio muestra que la principal causa de la ansiedad económica sigue siendo el coste de vida (47%), seguido por la incertidumbre sobre el futuro (38%) y las finanzas personales (38%). Las deudas y tensiones económicas pueden generar un impacto significativo en las personas afectando negativamente, no solo a la conciliación entre su vida profesional y personal, sino también a la salud.

Consecuencias de la ansiedad económica

El síndrome de ansiedad financiera puede tener un impacto significativo en la salud física y emocional, y puede manifestarse a través de una serie de síntomas que afectan el bienestar general. Desde alteraciones del sueño, preocupación constante, cambios de humor, aislamiento social y dificultad para concentrarse, así como algunos síntomas físicos como dolores de cabeza, tensión muscular o problemas gastrointestinales, son las consecuencias más habituales del estrés financiero.

  • Alteraciones del sueño: la preocupación constante por las finanzas puede dificultar conciliar el sueño, mantenerlo durante la noche y lograr un descanso reparador.
  • Aumento del riesgo cardíaco: el estrés crónico, incluido el estrés financiero, puede contribuir al desarrollo o empeoramiento de la hipertensión arterial.
  • Cambios de humor y dificultad en la gestión emocional: la ansiedad económica puede generar irritabilidad, cambios de humor y dificultad para manejar las emociones.
  • Cefaleas y dolores de cabeza constantes: la tensión muscular causada por la ansiedad económica puede conducir a dolores de cabeza tensionales.
  • Problemas digestivos más frecuentes: el estrés financiero puede afectar al sistema digestivo, provocando o empeorando una variedad de problemas gastrointestinales.

Cómo gestionar la ansiedad económica

Para gestionar adecuadamente el estrés, la búsqueda de apoyo emocional y la adopción de estrategias para manejar las preocupaciones financieras pueden ser útiles. Desde Cigna Healthcare analizan el impacto de este síndrome y facilitan algunos consejos.

  • El descanso se convierte en un desafío. Las preocupaciones constantes interfieren en la capacidad para conciliar el sueño, mantenerlo durante la noche y lograr un descanso reparador. El ciclo entre el estrés financiero y el sueño puede ser un círculo vicioso. El estrés interrumpe el sueño y la falta de sueño puede aumentar la sensibilidad al estrés. Para mejorar la calidad del sueño en situaciones de estrés financiero es fundamental adoptar hábitos saludables, abordar las preocupaciones financieras mediante la planificación y, si es necesario, buscar asesoramiento profesional.
  • Aumento del riesgo cardíaco. El estrés crónico, incluido el estrés financiero, puede contribuir al desarrollo o empeoramiento de la hipertensión arterial. Para evitar este síntoma es fundamental llevar un control sobre los ingresos y los gastos. Es importante revisar y ajustar regularmente estos presupuestos.
  • Cambios de humor y dificultad en la gestión emocional. Las expectativas económicas inalcanzables pueden producir frustración y ansiedad. Si a esto se suma una falta de conocimientos financieros, puede generar inseguridad y estrés al tomar decisiones financieras. Este estrés financiero constante puede generar irritabilidad, cambios de humor y dificultad para manejar las emociones, lo que puede afectar las relaciones personales y la calidad de vida.

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